Pninei Halajá

15 – El orden de la confesión sobre el buey, su degollamiento y la quema del incienso.

El Cohen Gadol paraba al buey entre el edificio del Templo y el altar exterior, con la cabeza en dirección al sur y su rostro hacia el Templo en el lado Oeste. El Cohen Gadol se paraba al costado oriental del buey mirando hacia el Templo, colocaba sus dos manos sobre la cabeza de este y al hacerlo era como si dijese: lo que se debería hacer conmigo como castigo por mis pecados – se hará con este buey que traje para expiar por ellos.

La confesión de Yom Kipur era especial y diferente de todas las demás ya que en esta se mencionaba tres veces el Nombre Divino Manifiesto («Shem HaMeforash»), innombrable para el común de las personas. Hay quienes opinan que se trata del Tetragramatón (Nombre Divino de cuatro letras Y-H-V-H) tal como aparece escrito en la Torá y hay quienes consideran que se trata de un Nombre Divino de cuarenta y dos letras (Rav Hai Gaón). Cada vez que el Cohen Gadol pronunciaba el Nombre Divino Manifiesto, los demás cohanim allí presentes y el pueblo que estaba de pie en el patio se hincaban,  prosternaban y proclamaban: «Baruj Shem Kevod Maljutó Leolám Vaed». Esto implicaba una expresión de profunda auto anulación y retorno en arrepentimiento sincero. Este era el formato de la confesión: «Ana HaShem (Por favor HaShem), jatati aviti pashati lefaneja aní ubeiti (pequé negligentemente, intencionalmente y me rebelé ante Ti, tanto yo como mi mujer), Ana HaShem (Por favor, por Tu Nombre) kaper na lajataím velaavonot velapshaím shejatati vesheaviti veshepashati lefaneja ani ubeití (expía, por favor, por los pecados cometidos negligentemente, intencionalmente y por rebelión ante Ti, tanto yo como mi mujer), kakatuv beTorat Moshé avdeja: ki baiom hazé iejaper aleijem letaher etjem mikol jatoteijem lifnei HaShem titharu ( tal como está escrito en la Torá de Tu siervo Moshé: pues en ese día os expiará para purificaros de todos vuestros pecados y os purificareis ante HaShem)»

Una vez que el Cohen Gadol confesó sus propios pecados puede expiar al pueblo de Israel para lo cual, primeramente, se dirige a realizar el sorteo de los dos chivos. Uno será ofrendado a HaShem, para, por su intermedio, expiar los pecados cometidos por el pueblo de Israel en relación a la pureza del Templo; y el otro a ser enviado a Azazel para expiar todos los demás pecados de la nación. Cuando el Cohen Gadol declara cuál fue el chivo que resultó sorteado para ser ofrendado a HaShem, pronunciaba el Nombre Divino Manifiesto y entonces los cohanim allí presentes, así como el resto del pueblo de Israel que se encontraban en el patio del Templo se ahincaban, prosternaban y proclamaban: «Baruj Shem Kevod Maljutó Leolam Vaed». El Cohen Gadol amarraba una cinta de color naranja rojizo sobre el pescuezo del chivo a ser ofrendado a HaShem, así como sobre los cuernos del chivo a ser enviado a Azazel.

Sin embargo, el Cohen Gadol todavía no podía proceder a expiar los pecados del pueblo de Israel, ya que aún no lo había hecho por los demás cohanim que son los responsables de las labores sacras de la nación. A estos efectos retornaba donde su buey, apoyaba sus manos sobre este y confesaba en representación de los demás cohanim: «Ana HaShem, jatati aviti pashati lefaneja aní ubeití ubnei Aharón am kedosheja (Por favor HaShem, pequé negligentemente, intencionalmente y me rebelé ante Ti, yo y los hijos de Aharón que son tu congregación sagrada), Ana HaShem, kaper na lajataím velaavonot velapshaím shejatati vesheaviti veshepashati lefaneja aní ubeití ubnei Aharón am kedosheja (Por favor, por Tu Nombre, expía los pecados negligentes, intencionales y de rebeldía ante ti, tanto míos como de mi mujer y de los hijos de Aharón que son Tu congregación sagrada) kakatuv betorat Moshé avdeja: ki baiom hazé iejaper aleijem letaher etjem mikol jatotejem lifnei HaShem titharu (tal como está escrito en la Torá de Tu siervo Moshé: pues en ese día os expiará para purificaros de todos vuestros pecados y os purificareis ante HaShem)»

Tras degollar el buey, el Cohen Gadol recibía su sangre en un recipiente, mas aun no podía ingresar al Kodesh Kodashim para rociarla ya que debía primeramente quemar el incienso especial de Yom Kipur, el cual expresa la relación estrecha del Pacto que une al pueblo de Israel con HaShem. Por lo tanto, tras degollar el buey entregaba la sangre a otro cohen e ingresaba a quemar el incienso, tal como está escrito (Vaikrá 16:11-13): «Y ofrecerá Aharón el buey expiatorio suyo y hará expiación por él y por su linaje y lo inmolará. Y tomará un incensario lleno de brasas ardientes del altar ante el Eterno y colmará sus puños con incienso aromático bien desmenuzado y lo llevará detrás del velo (al Kodesh Hakodashim) y pondrá el incienso sobre el fuego ante el Eterno para que la nube cubra el propiciatorio que está sobre el Arca del Testimonio y no morirá»

Una vez que el humo del incienso cubría la tapa (kaporet) del Arca del Pacto (tal como se detalló arriba incisos 7-8), el Cohen Gadol salía del Kodesh Hakodashim y rezaba en el recinto del Santuario una breve plegaria. No prolongaba su rezo para no asustar al pueblo y que no piensen que su demora obedece a que murió dentro del Kodesh Hakodashim.

El Cohen Gadol tomaba la sangre del buey e ingresaba nuevamente al Kodesh HaKodashim, se paraba entre las varas del Arca y asperjaba la sangre frente a la tapa del Arca, una vez hacia arriba y siete hacia abajo, tal como está escrito (Vaikrá 16:14) «Y de la sangre del buey tomará un poco que rociará con su dedo índice el frente del propiciatorio siete veces». El Cohen Gadol contaba las aspersiones (ver inciso 11). A finales de los días del Primer Templo el Arca del Pacto fue escondida y desde entonces, mientras existió el  Segundo Templo, el Cohen Gadol asperjaba en dirección a la piedra fundamental o «Even Hashtiá».

Si bien todavía faltaba rociar con la sangre del buey la cortina que separa la sala del Templo del Kodesh Hakodashim, el Cohen Gadol apoyaba el recipiente con la sangre en la sala del Templo sobre un soporte de oro y salía para degollar, primeramente, el chivo ofrendado a HaShem, ya que la expiación de los cohanim y del pueblo de Israel debe ser combinada, por cuanto que la expiación de los cohanim es en pos del pueblo de Israel y no es posible que estos culminen su expiación sin asociarla a la del resto del pueblo.

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