Pninei Halajá

05. Kadesh-kidush

Se inicia el Seder con el kidush el cual tiene por propósito señalar la santidad del pueblo de Israel y de la fiesta de Pesaj. Cada vez que recitamos el kidush en Shabat y días festivos decimos que es «en recuerdo de la salida de Egipto», pues la raíz de la santidad de Israel comenzó a manifestarse en el Éxodo, ya que fue entonces que se supo que el Eterno había escogido a Israel como Su pueblo singular. En la noche del Seder que es aquella en la que salimos de Egipto y en la cual se nos ordenó relatar el Éxodo, la importancia del kidush es doblemente relevante por lo que corresponde iniciar la ceremonia por su intermedio.

En efecto, a diferencia de las demás ocasiones en que se recita el kidush en las cuales solamente quien lo recita debe sostener la copa en su mano y beber de esta la mayor parte del vino contenido, en la noche del Seder se sirve una copa de vino a cada uno de los comensales y, tras su recitado, cada uno de estos se recuesta para beber la mayor parte del vino de su propia copa. Esa es la primera de las cuatro copas de vino que se beben durante el Seder.

En la disposición rabínica de que se recite el kidush con vino se manifiesta un principio muy importante. Por lo general, las personas tienden a pensar que la santidad se revela en el mundo únicamente en el ámbito espiritual mediante el rezo y el estudio de la Torá y cuanto más flagele una persona su cuerpo alcanzará una mayor santidad. He aquí que nuestros sabios establecieron que se recite el kidush con vino para así enseñarnos que la santidad se expande y se revela también mediante el alimento material, y no solamente por medio de los alimentos básicos indispensables para la subsistencia humana, sino que también mediante productos especiales como el vino que está destinado a alegrar al hombre. De esto se puede aprender que justamente mediante una vida plena que contiene la verdad de la Torá y la fe con la alegría y el regocijo, se puede revelar la completitud de la santidad del pueblo de Israel y por esta razón el kidush se recita con vino puesto que éste contenta.

Al igual que en todos los días festivos recitamos la bendición de «Shehejeianu» («que nos trajo con vida a este momento») pues el Yom Tov es un precepto que se renueva temporalmente. Nuestros sabios establecieron que la bendición de «Shehejeianu» se recite al final del kidush, pues una vez que comprendimos cabalmente la santidad intrínseca del día corresponde bendecir y agradecer a D´s que nos permitió arribar a este tiempo consagrado. Quien se olvidó y no recitó esta bendición lo puede hacer al recordarse, pues mientras no haya terminado la fiesta de Pesaj se la puede recitar.

No se debe declarar «Hineni Muján» o «LeShem Ijud» tras el kidush y antes de beber el vino de la primera de las cuatro copas para no interrumpir entre la bendición y la bebida, sino que se recita el «LeShem Ijud» antes del kidush. De igual manera ante cada copa que se bebe se recita previamente «LeShem Ijud» antes de bendecir por el vino (Mishná Berurá 473:1). En caso de que el primer día de Pesaj caiga en Shabat, al kidush se adiciona el texto referido a este tema; y si cae en sábado por la noche («motzaei Shabat») se le agrega la bendición por la vela y por la separación («havdalá») entre dos diferentes tipos de santidades («ben kodesh lekodesh») (Shulján Aruj 473:1).

16. La noche del Seder
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