Pninei Halajá

34. Dos motivos para comer el afikomán – dos «kezait»

Tal como ya aprendimos, según la opinión mayoritaria de los juristas, el afikomán se come como recordatorio del sacrificio de Pesaj que era ingerido al final de la cena festiva (Rabí Zerajiá HaLeví, Rambán, Or Zarúa, Rosh y otros). Sin embargo, según la opinión de algunos de los grandes sabios medievales (Rashí, Rashbam), al ingerir el afikomán se cumple con la parte principal del precepto de comer matzá al finalizar la comida festiva, pues las matzot se comen junto al sacrificio de Pesaj y como este se comía estando ya satisfechos lo mismo se hace con las matzot. Si bien se recita la bendición por la ingestión de la matzá en el principio de la comida, según su opinión la intención principal del cumplimiento del precepto de comer matzá se debe tener a la hora de comer el afikomán.

A priori, es bueno que al comer el afikomán se tenga la intención de cumplir con los dos motivos: el recordatorio del sacrificio de Pesaj y el precepto de ingerir matzá. Por ambos motivos el afikomán debe ser comido en posición reclinada («bahasibá»), empero, si olvidó reclinarse, por el motivo del recordatorio del sacrificio de Pesaj – no es necesario volver a ingerirlo en posición reclinada; pero si se ingiere como cumplimiento del precepto de ingerir matzá en la noche del Seder, al no haber comido el afikomán en posición reclinada, no se ha cumplido con la mitzvá. Por lo tanto, a priori, se debe volver a comer el afikomán en posición reclinada. Empero, quien ya está satisfecho y le cuesta comer otro «kezait» de matzá, no precisa volver a ingerir el afikomán reclinado y puede respaldarse en el motivo central del afikomán que es el recordatorio del sacrificio de Pesaj. Además, también según Rashbam, al haber tenido la intención de cumplir con el precepto de ingerir matzá y al comerla en el principio de la cena, a pesar de no ser el momento más apropiado para tener semejante intención, de todas maneras, ya cumplió con su deber y por lo tanto el reclinarse en la ingesta del afikomán no es una condición sine qua non.

Hay quienes acostumbran comer dos «kezait» del afikomán, por los siguientes motivos: a) Porque desean expresar de esa manera que la matzá les agrada especialmente, por lo que ingieren una cantidad importante de la misma que alcanza para satisfacerse (Maharil). b) Porque desean mediante su ingestión aludir a los dos motivos y por lo tanto ingieren un «kezait» por el sacrificio de Pesaj y otro por el precepto de comer matzá (Bait Jadash). Mas no es obligatorio proceder así, y quien no desee comer dos «kezait» podrá ingerir uno solo con la intención de cumplir con los dos motivos.

Aprendimos que la medida de «kezait» es aproximadamente un tercio de una matzá hecha a máquina y dos «kezait» son unos dos tercios de esta. Empero este cálculo está realizado según un enfoque estricto (Tosafot) y dado que comer el afikomán es un precepto de origen rabínico y la ingesta de dos «kezait» es un tema discutido, en caso de necesidad se puede cumplir el precepto de ingerir el afikomán con un tercio e incluso con un quinto de matzá hecha a máquina. Ya aprendimos que todo aquel que come la matzá de modo continuo – sin duda que alcanza a comer lo que debe en el tiempo que lleva ingerir media hogaza de pan («zmán ajilat perás»).

16. La noche del Seder
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