Pninei Halajá

27. El precepto de ingerir maror

Según la Torá, el precepto de ingerir maror en la noche del quince de Nisán está relacionado con la ingestión del sacrificio de Pesaj, tal cual está escrito (Bamidbar-Números 9:11): «con panes ázimos y hierbas amargas habrán de comerlo«. Dado que en nuestros días no es posible ofrendar el cordero de Pesaj, el deber de la ingestión de maror es de origen rabínico (Talmud Babilonio Tratado de Pesajim 120(A)). Se remoja el maror en jaroset para neutralizar su amargura, ya que el primero simboliza la amargura de la esclavitud. Según la opinión de varios juristas no se debe sumergir el maror en el jaroset sino simplemente darle un leve toque de este, tal que si se pegó una pizca de jaroset al maror se la retira pues según esta idea no corresponde ingerir maror con jaroset dulce (Shulján Aruj 475:1, Mishná Berurá 13, Kaf HaJaím 23). Previo a ingerir el maror se recita la siguiente bendición: «…asher kidshanu bemitzvotav vetzivanu al ajilat maror» y se come el equivalente a un «kezait» del mismo.

Nuestros sabios dijeron que hay cinco tipos diferente de maror: jazeret (lechuga), tamja, jarjabina, olashín y maror. En la actualidad conocemos la identidad de dos de los cinco vegetales que son el jazeret (lechuga) y la tamja que en la actualidad se le denomina rábano o jrein. Nuestros sabios dijeron que el vegetal más excelente para fungir como maror es la lechuga, e incluso su nombre tiene una feliz insinuación («jasa» חסה-) en cuanto a que D´s se apiade de nosotros («jas» חס עלינו-). Asimismo, dijeron que la esclavitud en Egipto es comparable al maror, pues este al principio es suave y luego se torna duro, ya que al principio el corazón de la lechuga o cogollo es tierno mas conforme se progresa en la ingestión se llega al tronco que resulta más duro. De igual forma el sometimiento en Egipto en un inicio fue suave y luego gradualmente se hizo cada vez más pesado y amargo (Talmud Babilonio Tratado de Pesajim 39(A)).

Hubo quienes pusieron en tela de juicio que realmente se cumpla con el deber de ingerir maror mediante nuestra lechuga actual ya que su sabor no es amargo. Hay juristas que sostienen que se puede cumplir mediante la ingestión de lechuga una vez que esta se haya tornado un tanto amarga, empero en la práctica se cumple también aunque esta carezca de sabor amargo pues así fue la opresión: en un inicio los judíos fueron sometidos mediante palabras agradables y retribuidos con una buena paga y luego paulatinamente fueron empeorando las condiciones hasta que se tornó amarguísima. Eso es lo que dijeron nuestros sabios en el Talmud Jerosolimitano (Pesajim 2:5) en cuanto a que en un principio la lechuga es dulce y luego se torna amarga. Todo el pueblo de Israel acostumbra a usar lechuga como maror ya que no es necesario que el maror sea amargo desde el primer bocado, sino que es suficiente si paulatinamente adquiere ese sabor. Hay quienes mezclan la lechuga con un poco de jrein o rábano para conferirle un sabor más amargo a la ingestión.

Dado que en la lechuga pueden hallarse gusanos es necesario lavarla bien y revisarla antes de la fiesta. En la actualidad disponemos de métodos de cultivo de lechugas sin gusanos, por lo que es bueno adquirirlas y de esa manera no temer transgredir esta prohibición.

Se debe ingerir un volumen de lechuga equivalente a un «kezait», que equivale a medio huevo y se puede estimar a ojo. Tal como aprendimos hay quienes acostumbran medir el «kezait» pesándolo y es veinticinco gramos, y en el caso de la lechuga no existe una diferencia importante entre la medida del peso y la del volumen.

16. La noche del Seder
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