Es preceptivo separar una ofrenda mayor (terumá guedolá) de frutos que se encuentran cercanos entre sí (mukaf) de modo tal que puedan ser abarcados conjuntamente. A posteriori, quien separe la gran ofrenda de frutos que no estén cercanos entre sí habrá cumplido igualmente con su deber (Rambám Hiljot Terumot 3:17, 20). Dado que las ofrendas del diezmo reciben también la denominación de ofrenda -terumá-, los sabios solían separar la ‘ofrenda del diezmo’ del mukaf.
Si los frutos estuvieren colocados sobre un campo abierto será preciso reunirlos (Shulján Aruj Yoré De’á 325:2). Frutos que fueren colocados dentro de una habitación, aunque se encontraren reunidos en dos rincones diferentes de la misma, las paredes tornarán a los frutos en cercanos entre sí (mukafim). Aunque estuvieren colocados en recipientes abiertos, la habitación los habrá de reunir (Shulján Aruj 331:26).
Cuando se está por empacar los frutos en latas, botellas o bolsas cerradas, a priori deben separarse previamente las ofrendas y los diezmos ya que hay autoridades halájicas que entienden que los empaques permanentes dividen a los frutos y una vez empaquetados ya no se los puede considerar cercanos entre sí o reunidos. En caso de necesidad, es posible acercarlos entre sí y ofrendar de los frutos que ya se encuentran dentro de su envoltura.
No obstante, en el caso de barriles o botellas de vino, dentro de los cuales el líquido continúa añejándose y mejorando su calidad, dado que se tiene el cuidado de mantenerlos cerrados para no estropear el contenido, lo que se encuentra en cada barril o envase está separado del resto y no se lo considera cercano al de al lado, por lo que resulta necesario ofrendar del vino antes de que se sellen los barriles o las botellas. Otra opción es ofrendar de cada botella por separado tras abrirla (Rambám Hiljot Terumot 3:18, Shulján Aruj 331:26).
Se permite separar de aquello que no está cercano entre sí a los efectos de cumplir un precepto. Por ejemplo, quien sabe que en Shabat o en Yom Tov le habrán de traer frutos que son tevel (que no se separó de ellos ni ofrendas ni diezmos), podrá separar de frutos que ya tiene en su poder por los que le habrán de llegar (Tratado de Yevamot 93(A)). Asimismo, quien hubiere entregado a su compañero frutos no ofrendados ni diezmados y no tiene la posibilidad de avisarle que realice su diezmo, que lo haga con frutos que estén en su posesión y de esa manera evitará que su amigo ingiera tevel (Tratado de Eruvín 32(A)).