08- El primer diezmo en nuestros días

Tal como ya estudiamos (ver arriba 7:8) es preceptivo entregar el ‘primer diezmo’ al leví. Y si bien muchos entienden que a raíz de la sanción que le aplicara Ezra el escriba a los leviím está también permitido entregarlo al cohen (Tosafot y Tur), dado que hay quienes entienden que tras la destrucción del Templo de Jerusalém dicha sanción quedó sin efecto y volvió a ser obligatorio entregárselo únicamente al leví, es correcto cumplir de acuerdo con todas las opiniones halájicas y tener el recaudo de entregárselo a un leví (Rambám, Shulján Aruj Yoré De’á 331:19, Mishpat Cohen 56).

Por su parte, hay juristas que entienden que en la actualidad no es obligatorio entregarle el ‘primer diezmo’ al leví. Y si bien es imperativo separarlo por medio de la fijación de un lugar (kviat makom), esto es, que sea en el lado norte de los frutos etc., en la práctica no es obligatorio entregarlo ya que, en su opinión, a raíz de los avatares del exilio, se perdió la certeza respecto del linaje, y nadie puede demostrar en la actualidad que efectivamente proviene de la tribu de Leví, y por ende, no resulta preceptivo entregarle el diezmo al levita (citado por el Maharit 1:85).

Asimismo, hay otros juristas que sostienen que mientras no se revise en el Tribunal Rabínico (Beit Din) la ascendencia de los linajes no se deberá confiar en el testimonio de la persona a los efectos de recibir los obsequios. Esta medida está destinada a evitar que abunden los embusteros que sostengan ser leviím para recibir el diezmo (Jazón Ish Shevi’it 5:12). En efecto, hay quienes adoptan una actitud más flexible sobre la base de estos argumentos.

Sin embargo, según la opinión claramente mayoritaria de las autoridades halájicas es preciso dar el primer diezmo al leví, ya que confiamos en la tradición. Y así como confiamos en esta en lo que respecta a los cohanim -por lo que les entregamos el dinero del rescate de los primogénitos y asimismo suben a la tarima de la sinagoga a dar la bendición sacerdotal a la comunidad- de igual manera se debe confiar en la credibilidad del estatus del leví.  Y dado que de todas maneras cada individuo debe separar un diezmo de sus ingresos, que dé el primer diezmo a un leví estudioso de la Torá y lo considere parte del diezmo por sus ingresos generales (ma’aser kesafim) (tal como se habrá de explicar en las próximas halajot).

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Conjunto de libros Peninei Halajá en español /11 volúmenes
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