Cuando se redime el ‘segundo diezmo’ sobre dinero, es preciso hacerlo por medio de una moneda de uso corriente en el lugar y no con una que no lo es y por ende allí no se la considera dinero (Rambám 4:9-10).
Una persona puede permitir que sus familiares y amigos rediman los frutos del segundo diezmo que estuvieren en su posesión por medio de la moneda que esta destinó a ese fin, a condición de que estime que no habrán de pasarse del número de prutot que vale su moneda. En caso de duda, podrá destinar a la redención dos monedas, una de diez shekalim (NIS) y otra de cinco (y es recomendable pegarlas entre sí para marcarlas de manera evidente) y autorizar a los demás a que tornen en comunes a los frutos redimiéndolos sobre una prutá de la moneda de mayor valor, y en cada temporada, en la medida de lo necesario, que torne en comunes (iejalel) todas las prutot de la moneda de mayor valor sobre una prutá de la de menor valor. Así habrá de proceder hasta que llegue el tiempo de la eliminación de los diezmos (bi’ur hama’asrot). Entonces, finalmente, convertirá en comunes a todas las prutot de las dos monedas sobre un trozo de fruta, vino o aceite que tenga el valor de una prutá. Luego, podrá volver a utilizar las monedas en cuestión durante los años siguientes. En caso de haber redimido las prutot sobre un trozo de fruta u otro alimento, habrá de dejarlo envuelto en el tacho de basura de un modo honorable. En caso de haber redimido sobre vino o aceite – habrá de verterlos en la pileta o el fregadero, pero no en el inodoro.
Cuando un individuo redime sus frutos del segundo diezmo sobre la moneda de su compañero no le agrega un quinto, sino que habrá de decir: «Ma’aser Shení Ze Ihié Mejulal Al Prutá Bematbe’a Sheploní Ijed Lepidión Ma’aser Shení» («Este segundo diezmo se tornará común sobre la prutá de la moneda que fulano destinó para la redención del segundo diezmo») (Rambám 5:1, 8).
Cuando los frutos del ‘segundo diezmo’ equivalen a menos de cuatro prutot, dado que el monto del quinto es inferior al valor de una prutá, este no es agregado y la persona habrá de decir: «Ma’aser Shení Ze Ihié Mejulal Al Prutá Bematbe’a Sheijadti Lepidión Ma’aser Shení» («Este segundo diezmo se tornará común sobre la prutá de la moneda que destiné para la redención del segundo diezmo) (Rambám 5:4). En caso de que por error hubiese agregado un quinto donde no precisaba hacerlo – igualmente habrá cumplido con su deber.