Nuestros sabios reglamentaron que cuando una persona coma un alimento cárnico no haya sobre la mesa otro que sea lácteo, ni viceversa, para que no incurra en el error de ingerirlos juntos. Y esta prohibición no incluye únicamente a la carne de los animales domésticos, sino que también abarca a la de los animales no domésticos y a la de las aves (Tratado de Julín 103(B), 104(B), Shulján Aruj 88:1). No obstante, quien comió carne puede preparar alimentos lácteos antes de pasadas las seis horas de separación, ya que el decreto fue establecido para servir como cerco protector a la ingesta de carne con leche y no para conservar la espera ente la ingesta de carne y la de leche (ver Aruj HaShulján 11 y Darkei Teshuvá 16).
Nuestros sabios establecieron que dos individuos que se conocen no coman el uno carne y el otro leche sobre una misma mesa, no sea que por error uno pruebe de la comida de su compañero y resulte que ingirió carne con leche. Mas esta prohibición no aplica a dos extraños que fortuitamente terminaron comiendo en una misma mesa, ya que en una situación así ninguno de los dos va a probar del platillo de la otra persona (Tratado de Julín 107(B)). Si los dos individuos que se conocen han de colocar en medio de ambos una señal que les recuerde que sus alimentos deben separarse, podrán comer en una misma mesa. A los efectos de separar, cabe colocar un utensilio o un alimento que no se suela poner allí, así como también extenderle a uno de los comensales un mantel individual separado (Shulján Aruj 88:2). En caso de que los comensales estén sentados lejos el uno del otro, al grado de que no resulte posible que uno extienda su mano y alcance el alimento de su compañero, pueden sentarse a comer en una misma mesa sin que medie la necesidad de colocar un objeto de señal o separación (Yam Shel Shomó y Bait Jadash). Quien concluye la ingestión de carne puede sentarse junto a su compañero que come leche e ingerir allí un alimento parve a pesar de que no hayan pasado aun las seis horas de separación.