Otra restricción que instauraron los sabios de Israel para evitar que los judíos se asimilaran entre las naciones fue la prohibición de ingerir alimentos cocinados por gentiles (ver arriba 27:6). O sea, incluso cuando no hay problema alguno de kashrut en los alimentos o las ollas utilizadas para cocinar, un judío tiene prohibido ingerir alimentos cocinados por un gentil. Esta prohibición incluye todo alimento que fue preparado para su ingestión a través de calor ígneo o eléctrico, freído en aceite profundo en una olla o con poco aceite en una sartén, asado, horneado o tostado en el horno. Asimismo, incluye a aquellos alimentos que se hicieron al vapor, en un horno microondas o toda forma en la que se emplea el calor para cocinar. Sin embargo, alimentos preparados por gentiles por medio del salado, el vinagre o el ahumado frío –estarán permitidos (Shulján Aruj 113:13).
La prohibición de ingerir alimentos cocinados por gentiles recae sobre aquellos platillos que poseen una determinada relevancia y se pueden servir en una comida importante, y por ende pueden generar cercanía entre las partes. Mas en el caso de alimentos sencillos no se teme tanto que generen un acercamiento, y dado que su cocción no fue significativa, no están prohibidos.
Nuestros sabios establecieron dos reglas generales para definir qué es una comida importante: la primera, que se trate de alimentos que no se coman crudos y la cocción sea aquella que los habilite para su consumo. Por ejemplo, la leche y sus subproductos se comen ‘crudos’, y por lo tanto no recae sobre ellos la prohibición, mientras que la carne y las harinas no se comen en estado ‘no cocido’, y por lo tanto, quedan prohibidas con su cocción. La segunda regla, que se sirvan en la mesa del rey[1] (shulján melajím) y sean comidos con pan[2]. Pero si se tratare de alimentos que solamente personas simples acostumbran a comerlos –no estarán prohibidos. De hecho, la primera regla es la principal, pues es aquella que establece el estatus de la mayoría de los alimentos, al tiempo que la segunda aplica a unos pocos, ya que, en la actualidad, en virtud de la variedad y la apertura, casi que todo tipo de alimento es servido en una mesa real.