01 – La gravedad de la prohibición del consumo de vino elaborado por gentiles

Dado que el vino es una bebida importante y alegra de sobremanera, y dado que tiene una gran influencia en liberar a los individuos de sus sujeciones, así como acercar los corazones y generar alegría, la Torá ordenó que fuera libado junto a los sacrificios para que también nos acerquemos a HaShem por medio de esta fuerza singular. Asimismo, los sabios establecieron que se bendiga sobre una copa de vino en cada alegría preceptiva: el Kidush y la Havdalá de cada Shabat y cada festividad, en los compromisos y en los casamientos, en el Brit Milá (circuncisión) y en el Pidión Habén (rescate del primogénito), para que la alegría de la santidad de estos preceptos se manifieste también en el cuerpo y en sus sensaciones.

Por otra parte, dado que la influencia del vino es manifiesta, el peligro de su mal uso es grave y hay personas que dominadas por sus pasiones se vuelven adictas a su consumo y a raíz de ello cometen todo tipo de aberraciones durante su estado de ebriedad. Los idólatras, solían libar vino a sus deidades con la esperanza de que estas les ayudasen a satisfacer sus bajos deseos. Por lo tanto, los sabios adoptaron una actitud especialmente más estricta en lo referente al vino, y cuando dictaron su decreto prohibitorio sobre el vino, el pan y los alimentos cocinados por gentiles, confirieron a la veda del vino un marco regulatorio especialmente estricto, al considerar al vino elaborado por no judíos para consumo regular (stam ieinam) como uno utilizado para libaciones paganas, del cual está prohibido obtener cualquier beneficio (amén de beberlo, N. de T.). Esto y más, los sabios decretaron también que quedara prohibido obtener cualquier tipo de beneficio de un vino elaborado por un judío que un gentil idólatra hubiera tocado de un modo semejante a como se solía hacerlo en las libaciones paganas.

Resulta entonces que en la prohibición del vino aplican dos medidas ulteriores de mayor rigurosidad respecto de las prohibiciones del pan y el alimento cocinado por gentiles. La primera, dado que el vino podría generar una excesiva proximidad, a los efectos de alejar al pueblo de Israel de la asimilación y la enajenación, prohibieron también aquel vino elaborado por judíos que hubiere estado en contacto (tocado) por un gentil, aunque al hacerlo no hubiera tenido la intención de libarlo a una deidad pagana. La segunda, amén de vedar su consumo, se prohibió la obtención de cualquier beneficio de un vino que fuera tocado por un gentil idólatra, equiparando su estatus al del vino que es libado en un ritual pagano, en cuyo caso la obtención de cualquier beneficio de este está prohibida por la Torá, ya que esta es la forma como los sabios equiparan las prohibiciones, a los efectos de que los hijos de Israel puedan recordar la halajá y observarla sin confundirse entre las distintas leyes.

Un vino del cual está prohibido obtener beneficio alguno, no puede ser vendido a un gentil y ni siquiera puede serle entregado a este a modo de presente, pues al otorgar obsequios se obtiene un determinado rédito.

Índice de halajot en el capítulo

Índice de capítulos

Conjunto de libros Peninei Halajá en español /11 volúmenes
Ordenar ahora