Un alimento picante es aquel que no suele ser ingerido solo por causa de su fuerte sabor, por ejemplo: el ajo, la cebolla y el ají picante o chili. Las autoridades halájicas medievales debatieron respecto del estatus de un alimento picante parve que fue cocinado en un utensilio cárnico o lácteo.
Hay quienes entienden que el sabor picante potencia los gustos existentes en el utensilio, y así, el alimento picoso absorbe el sabor a carne y se vuelve cárnico. Lo mismo ocurre con un cuchillo cárnico que se usó para cortar un alimento picante, dado que la hoja es friccionada hacia el interior del alimento en cuestión, por efecto del picante este expele al interior del alimento el sabor a carne volviéndolo cárnico. Y hay quienes opinan que solamente en caso de que los utensilios no hayan sido lavados como se debe se aplica sobre el estatus del alimento picante una actitud estricta, pero si fueron lavados como corresponde, su estatus se asemeja al de un alimento parve no picante, que no absorbe sabor cárnico al ser cocinado en una olla cárnica o al ser cortado con un cuchillo cárnico.
En la práctica, si el utensilio de vidrio o metal es lavado con detergente como corresponde, dado que sabemos que no expelen sabor alguno, se debe dictar la halajá conforme a la opinión flexible, según la cual incluso si se cocinare un alimento picante en un utensilio cárnico o lácteo limpio, o se cortare un alimento picante con un cuchillo cárnico o lácteo limpio, el alimento picante mantendrá su carácter parve y podrá ser ingerido con alimentos del otro tipo.