02 – Los niveles de la inmersión en agua hirviendo

El deber de sumergir los utensilios en agua hirviendo varía de acuerdo con el nivel de uso de los objetos, existiendo cuatro grados: 1) Un primer recipiente o utensilio que se encuentra directamente sobre el fuego (kli rishon al gabei haesh), 2) un primer recipiente o utensilio que no se encuentra sobre el fuego, 3) el vertido proveniente de un primer recipiente (irui – עירוי), 4) un segundo recipiente o utensilio (kli shení).

El primer recipiente, kli rishón, es la olla en la que se cocina sobre el fuego, y la categoría incluye a la cuchara con la cual se mezcla o remueve el alimento que se está cociendo. Si el alimento fuere taref, se deberá kasherizar el utensilio tal como absorbió, con agua hirviendo en un primer recipiente sobre el fuego.

En el caso de un primer recipiente que no se encuentra sobre el fuego, se trata de una olla que se encontraba sobre el fuego, pero fue retirada de este, o el fuego resultó apagado. Dado que el utensilio ya no se está calentando sobre el fuego, su temperatura se ha visto disminuida y ésta ya no puede cocinar ni hacer absorber sabores como mientras se encontraba sobre la lumbre. Por ello, si se ingresa una cuchara dentro del utensilio, esta podrá ser kasherizada en un primer utensilio que no se encuentre sobre el fuego, a condición de que el agua esté aún muy caliente.

En el caso del vertido, irui, si se vierte un guiso taref directamente de un primer utensilio sobre un bowl, dado que el alimento no kasher se desconectó de la olla en la cual se calentó, no puede hacer absorber y adherir sabores en la misma medida que un primer utensilio. Por ello, para kasherizar el bol alcanza con verter en su interior agua muy caliente proveniente de un primer utensilio.

El segundo recipiente, kli shení, es aquel en el cual fue vertida la comida proveniente del primero. Por lo tanto, por ejemplo, si se vertiera agua hirviendo en el segundo recipiente y se colocara en su interior carne taref para que se calentara en el agua en cuestión, el recipiente precisará una kasherización del grado de segundo recipiente. Sin embargo, son muchos los juristas que a este respecto adoptan una actitud flexible y entienden que un segundo recipiente no absorbe y no precisa kasherización, pero dado que hay juristas que adoptan una actitud estricta, es también preciso efectuar hag’alá para un segundo recipiente.

En el caso de guiso que se encuentra en un primer recipiente que se enfrió y su temperatura descendió por debajo de los 45 grados centígrados, ya no puede cocer ni hacer absorber sabores, por ello, si se introdujera en él una cuchara, esta no precisará ser sumergida en agua hirviendo, sino que alcanzará con lavarla (hadajá).

En el caso de los guisos no kasher que se encuentran en un tercer recipiente, aunque estén muy calientes, dado que ya se alejaron de la fuente de calor, no se considera que absorban ni emitan sabores, y por ello, los utensilios con los que hayan tenido contacto no precisan ser kasherizados por medio de su inmersión en agua hirviendo, sino que alcanzará con lavarlos.

Un cuchillo con el cual se haya cortado carne no kasher hirviendo y que se encontraba sobre el fuego, precisará ser kasherizado por medio de su exposición al fuego. En caso de que se haya cortado la carne después de ser retirada del fuego, el cuchillo precisará ser sumergido en agua hirviendo. Asimismo, en el caso de un tenedor que se clavó en una masa no kasher mientras estaba siendo horneada –precisará kasherizarse por medio de su exposición al fuego. Si se clavó el alimento en cuestión después de que fuera retirado del horno, bastara con kasherizar el tenedor por medio de su inmersión en agua hirviendo.

En el caso de una sopa no kasher fría que permaneció en un recipiente durante veinticuatro horas, hay quienes dicen que a los efectos de ser kasherizado, el recipiente precisa ser sumergido en agua hirviendo siguiendo la regla según la cual “un alimento que es curtido es como si fuera cocido” (kavush kemevushal), y así se suele indicar que se proceda a priori. En caso de necesidad se puede adoptar una actitud más flexible y kasherizar los recipientes de metal y de vidrio por medio de su lavado dado que es sabido que estos materiales no absorben (ver adelante 35:9, Pninei Halajá Pesaj 10:13).

Muchos acostumbran a priori a kasherizar todos los recipientes que requieren inmersión en agua hirviendo en un primer recipiente, esto es, en agua hirviendo que se encuentra sobre el fuego, ya que temen que el utensilio en cuestión pudiera haber sido utilizado en primer recipiente y posteriormente se olvidara (ver Ramá Oraj Jaím 451:6, Kaf HaJaím 107). Sin embargo, cuando resulta claro cuál fue el grado de uso prohibido del utensilio, no es necesario kasherizarlo en el nivel más alto nivel.

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Conjunto de libros Peninei Halajá en español /11 volúmenes
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