A priori, es preciso tener el recaudo de que alimentos permitidos no entren en contacto con prohibidos, ni tampoco carne con queso. En caso de que hubiere contacto, si ambos alimentos fueren secos y fríos, quedará autorizada su ingestión sin necesidad de que medie lavado (shtifá). En caso de que se sospechare que pudieran haberse adherido restos pequeños de un alimento en el otro, será preciso raspar el punto de contacto entre ambos para retirarlos. En caso de que hubiere humedad o crasitud en el punto de contacto, será preciso retirar todo cuanto se hubiere adherido allí por medio del lavado, y en caso de necesidad también del frotado. Si carne entrare en contacto con un queso blando y no hubiere posibilidad de lavarlo, será preciso retirar un poco del queso y botar a la basura todo cuanto hubiere tenido contacto con la carne, y a su vez la carne deberá ser lavada (Tratado de Julín 107(B), Shulján Aruj 91:1, Siftei Cohen 1, Pitjei Teshuvá 1).
En el caso de pan que hubiere tenido contacto con carne fresca, el pan podrá ingerirse con carne. En caso de que se desee ingerir el pan en cuestión con leche, dado que no resulta posible lavarlo sin que se eche a perder, será preciso raspar o rascar del pan aquella parte que hubiere estado en contacto con la carne. Asimismo, en el caso de pan que hubiere tenido contacto con un queso fresco, si se deseare ingerir el pan con carne, será preciso rasparle la parte que tuvo contacto con el queso (Shulján Aruj 91:3, Pitjei Teshuvá 4).
Si se hubiere caído un trozo de carne dentro de la leche, si ambos alimentos estuvieren fríos, no se producirá absorción, por lo que será preciso retirar el trozo de carne, lavarlo bien y acto seguido su ingestión estará permitida (Shulján Aruj 91:4). También la leche estará permitida, porque, aunque algo de la humedad de la carne se hubiere mezclado en ella, esta quedará anulada en sesenta.
Hay quienes proceden en este caso con una actitud estricta y entienden que todo esto es así a condición de que el trozo de carne esté crudo, pero si la carne fría estuviere cocida o asada, podría absorber la leche en su superficie (cáscara) por lo que será preciso retirarle una capa del grosor de una cáscara (kedei klipá) y el resto podrá ser consumido. Si en la carne cocida o asada hubiere incisiones o estuviere condimentada con un condimento picante, aunque estuviere fría, la leche podría absorberse en la totalidad de su volumen, por lo que, de no mediar una pérdida económica importante, será prohibida (Ramá 91:7).