Cuando dos trozos de carne, uno kasher y el otro taref, fueron asados u horneados juntos, teniendo contacto uno con el otro, tanto hayan estado colocados uno sobre el otro o uno al costado del otro, si uno de estos fuera grasoso, es decir que poseyera grasa, por medio de su crasitud el sabor prohibido habrá de borbotear e ingresar a la totalidad del permitido. Por ello, si el trozo permitido no fuera sesenta veces más voluminoso que el prohibido -se prohibirá en su totalidad. Si ambos trozos de carne fueran magros, dado que la grasa no habrá de burbujear en la totalidad del trozo, será preciso separar del trozo permitido un trozo del grosor de un dedo (1.9 cm. –kedei netilá) y el resto del pedazo será kasher (Shulján Aruj 105:4-5).
Dado que en la práctica muchas veces resulta difícil definir la situación de la grasa, se acostumbra a adoptar la actitud estricta de acuerdo con las dos posibilidades. Si el trozo permitido no es sesenta veces más voluminoso que el prohibido -quedará totalmente prohibida, no sea que uno de los trozos fuera grasoso. Y si el trozo permitido fuera efectivamente sesenta veces más voluminoso, será preciso retirarle una capa del grosor de kedei netilá, por si ambos trozos fueran magros. Todo esto aplica a tipos de carne de los cuales casi siempre se duda respecto de su crasitud. Pero en otro tipo de alimentos, cuando resulta evidente que ambos trozos son magros, será preciso únicamente retirar del trozo kasher una capa de un grosor de kedei netilá (Ramá 105:5, Zivjei Tzedek 43).