Dijeron nuestros sabios que un encurtido es considerado como cocido, o sea, cuando se pone alimentos en líquido durante un día entero, todos los sabores de los alimentos que se encuentran sumergidos en el líquido se absorben entre sí como si se tratase de una cocción. Por lo tanto, si se pusieron en remojo durante todo un día un alimento kasher junto a otro que no lo es y el volumen del kasher no fuere sesenta veces mayor que el del taref, todo queda prohibido.
Si el encurtido se hiciere con líquidos muy salados o picantes, se considerará que los alimentos resultaron cocidos tras haber pasado el lapso necesario para hervirlos sobre el fuego (Shulján Aruj 105:1). Muchos estimaron este tiempo en dieciocho minutos. Si el tiempo de la inmersión fuere inferior a este lapso, será necesario retirar del alimento kasher una capa del grosor de una cáscara (kedei klipá) (ídem).
Las autoridades halájicas debatieron respecto de si un utensilio absorbe también sabor por medio del encurtido o decapado, por ejemplo, si se dejare sopa de carne no kasher durante todo un día dentro de una olla, ¿será preciso kasherizarla? En la práctica, se sentenció que a priori es preciso adoptar una actitud estricta y kasherizarla por medio de su inmersión en agua hirviendo (hag’alá), pero si ya se cocinó en ésta otro alimento, no se lo prohíbe.