01 – Introducción a la industria alimentaria

En la industria alimentaria moderna se utilizan numerosos “aditivos alimentarios” tales como productos emulsionantes, estabilizantes, preservantes de la humedad, anti aglutinantes, saborizantes y colorantes.

Ampliaremos nuestra explicación: cuando se desea unir dos componentes que naturalmente suelen mantenerse separados, como en el caso del agua con el aceite que son mezclados para elaborar margarina o helados, se utilizan productos emulsionantes que amalgaman a ambos. Dado que a veces incluso después del uso de un producto emulsionante los componentes en cuestión tienden a separarse, se suele emplear un material estabilizador (meiatzev) para que se mantengan juntos. A los efectos de preservar la humedad de los ingredientes que tienden a resecarse, se recurre al uso de productos humectantes. Cuando se desea evitar que el alimento se aglomere o solidifique para que se mantenga en buen estado, esto es, blando y flexible, se utilizan productos anti aglutinantes. Cuando se desea tornar un componente líquido en un producto más espeso, por ejemplo, un manjar lácteo (postrecitos o yogures), en el caso de los postres de crema que se elaboran a partir de la leche que naturalmente se encuentra en estado líquido, se recurre al uso de productos espesantes tales como la gelatina. Cuando se desea que un producto alimenticio se mantenga comestible por un período extenso se recurre al uso de conservantes y antioxidantes. De igual manera, se utilizan aditivos saborizantes destinados a realzar determinados sabores y disipar la presencia de otros.

Casi todos estos productos básicos industriales son elaborados en el extranjero, y por ello, cuando tienen su origen en el mundo vegetal, por lo general no despiertan interrogantes halájicos de tipo alguno. Pero cuando están elaborados a partir de productos provenientes del mundo animal, generalmente están prohibidos, porque los seres vivos que los originan suelen ser impuros, como en el caso de los cerdos y los insectos, o en su defecto, se originan en animales puros que no fueron faenados según la Halajá.

Cuando se mezcla en un alimento vino o vinagre producido por no judíos, surge el problema del vino elaborado por gentiles con el único propósito de beberlo (stam ieinam), y si la mezcla no es sesenta veces más voluminosa -el alimento queda prohibido (ver arriba 34:9, Shulján Aruj 134:2-3). Cuando se mezclan en el alimento componentes lácteos, es preciso revisar si están o no vedados en virtud de la prohibición de consumir leche ordeñada por gentiles (jalav nojrí) y si el producto en su totalidad continúa siendo parve o neutro.

A los efectos de la Halajá, dado que el consumidor no puede conocer por sí mismo la totalidad de los aditivos alimentarios ni su estatus halájico, es preciso que haya una supervisión responsable de la totalidad de los alimentos de origen industrial, y en caso de no contarse con ella, no se deberá consumir alimentos provenientes de la industria alimentaria.

Tras el estudio de la regla halájica general que rige sobre el consumidor, explicaremos los detalles de las leyes que aplican a los aditivos alimentarios.

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Conjunto de libros Peninei Halajá en español /11 volúmenes
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