Un alimento que fue declarado incomible para un perro pierde su estatus de prohibido. Sin embargo, cuando el elemento que perdió el estatus de alimento para un perro le sirve al hombre para mejorar otro tipo de productos, por ejemplo, una masa fermentada que es incorporada a la masa (Tosefta Beitzá 1:5), o bien las levaduras que hacen fermentar al vino y a la cerveza o la leche agria que acelera el cuajado de la leche y su transformación en queso, mantiene su importancia y su carácter prohibido, vedando al alimento al cual mejoró.
En el último tiempo ya no se utiliza leche agria para transformar a la leche en queso blando, ni se usa el estómago o el cuajo para elaborar queso duro, ni se emplea a la masa fermentada para hacer crecer la masa. En vez de ello se toman microbios u hongos de levadura (microorganismos) y se los cultiva en un medio de crecimiento que contiene materiales de los cuales se nutren. A consecuencia de ello, se multiplican y se replican rápidamente hasta que pasados unos días se obtienen millones de hongos o de microbios de los cuales se pueden producir enzimas. Una vez que alcanzan la cantidad apropiada, se los aísla de la plataforma de crecimiento y se los congela para comercializarlos a las fábricas. Por medio de estas enzimas se elaboran los quesos duros, a través de los hongos de levadura se infla a la masa y se hace fermentar al vino y a la cerveza, y por medio de los microbios se preparan quesos blandos.
A los efectos de la halajá, aunque el medio donde se cultivan estos microorganismos contenga productos prohibidos, los seres que crecen sobre ella son considerados kasher. En primer lugar, porque la plataforma de crecimiento siempre está compuesta de productos kasher, sin los cuales los microorganismos perecerían, por lo que se considera que se desarrollan en la modalidad “esto y aquello son el causante” (ze vezé gorem) y que están permitidos a posteriori (ver arriba 34:6).
Además, los microrganismos que se nutren de los componentes de la plataforma no se crían a partir de esta, sino por causa de los nutrientes que el medio les aporta, y se asemejan a un animal que ingiere productos prohibidos, pero cuya carne, según la opinión mayoritaria de las autoridades halájicas, puede ser ingerida. Quienes adoptan una actitud estricta reconocen también que, si el animal se alimenta también de otras cosas, está permitido.
Sin embargo, hay una opinión que disiente y que considera que el alimento prohibido pasa por un proceso entero de digestión en el cuerpo del animal, y por ello, su carácter prohibido queda sin efecto antes de que participe en la construcción de las células de la bestia, al tiempo que los microrganismos se alimentan de manera directa del producto prohibido.
Asimismo, la idea de que “esto y aquello son el causante” permite autorizar algo solamente a posteriori, y en la actualidad es posible encontrar sustitutos kasher a los productos prohibidos que conforman la plataforma o medio de crecimiento. Por lo tanto, los organismos de supervisión de la kashrut exigen que la plataforma esté compuesta de elementos kasher. Y solo cuando ello resulta imposible o sumamente difícil de ejecutar, se confía en el razonamiento que conduce a la autorización.