Aquella mujer que recitó «Shemá» y «Baruj Hamapil» y luego tiene la necesidad de hablar, comer, beber o arreglar alguna cuestión urgente puede hacerlo. Esto se debe a que esta bendición, a diferencia de las del disfrute («Birkot Hanehenín«) en las que no se puede interrumpir entre el recitado y la ingestión, se trata de una alabanza a Hashem por la conciliación del sueño nocturno, si bien a priori es bueno adjuntar el recitado del «Shemá» previo al dormir con el sueño (ver Ramá 239:1, Tzitz Eliezer 7:27, Iejavé Daat 4:70, Piskei Teshuvá 239:3. La Mishná Berurá 239:4 es más estricta en cuanto a lo que acontece tras el recitado de «Baruj Hamepil«).
Se puede recitar el «Shemá» antes de dormir en posición de acostado. Sin embargo nuestros sabios dijeron que en este caso hay que recitarlo recostado de lado (Peninei Haljá Tefilá 26:3).
Los moralistas y eticistas («Baalei Hamusar») escribieron que es bueno que la persona realice una introspección antes de dormir, y si recuerda que pecó que lo confiese y decida no volver a hacerlo. Asimismo, es bueno que antes de dormirse la persona perdone a todo aquél que lo ofendió o perjudicó para que nadie resulte castigado por su causa y en virtud de ello disfrute de una larga vida (Mishná Berurá 239:9).