04- Las especies puras y sus leyes

La Torá enumeró diez especies puras, tal como fue dicho (Devarim-Deuteronomio 14:4-5): “Estos son los animales que podréis comer: buey, cordero y cabra. Ciervo, gacela y gamo; cabra montesa, antílope, búfalo y gamuza”. Las tres primeras especies son domésticas (behemot) y las siete siguientes son salvajes (jaiot bar).

Si bien en la cuestión de las señales de pureza no hay diferencia entre los animales domésticos y los silvestres o salvajes, siendo todos aptos para su ingestión, de todas maneras, los sacrificios se ofrendan únicamente de los primeros. Como continuación de ello, existe un precepto especial en el caso de las behemot y es que se prohíbe ingerir su sebo, esto es, aquellas grasas que solían ser quemadas sobre el altar del Templo. Por otra parte, existe un precepto especial en lo que respecta a los animales salvajes o silvestres y las aves, en cuanto a que resulta necesario cubrir su sangre con tierra tras su faena (ver adelante 18:9-10).

Dijeron nuestros sabios (Tratado de Julín 63(B)): Es evidente y sabido para Quien creó el mundo con Su palabra que los animales impuros son más numerosos que los puros, por lo tanto, la Torá enumeró a los puros. No obstante, al igual que todas las demás especies de la naturaleza, las diez especies puras también se dividen en diferentes razas.

La identidad de las tres especies domésticas es conocida, dado que son criadas, y por ende su tradición no ha sido olvidada. En primer lugar, el buey, y en forma específica el macho que es denominado toro o buey, la hembra que recibe el nombre de vaca, los jóvenes llamados terneros y terneras y la familia en su conjunto es conocida como ganado vacuno (bakar). Esta especie cuenta con numerosas razas, entre ellas: Damascena, Holstein, Hereford y Brahman.

La segunda especie es el cordero. Al macho se lo llama carnero, a la hembra oveja y a los jóvenes borregos y borregas. Entre ellos hay diferentes razas, por ejemplo: Merino, Awasi y Oveja de Cola Gorda (Ovis orientalis).

La tercera especie es la cabra. Al macho se le llama chivo o macho cabrío, a la hembra chiva y a los más jóvenes cabritos y cabritas. También entre las cabras encontramos numerosas razas, entre ellas la criolla (báladi) y la alpina. A los corderos y a las cabras se las denomina ganado ovino o caprino (tzón).

La identidad de las siete especies de animales silvestres o salvajes que crecen en la naturaleza cayó en el olvido en virtud del paso de los años y los diferentes exilios, y en la actualidad tenemos la certeza de conocer mediante la tradición a dos especies: el ciervo y la gacela. No obstante, en la práctica, dado que las señales de pureza de los animales son claras, todo aquel que las posea estará permitido comerlo. Y así se dictó la halajá en lo que respecta al cebú (Kol Mevaser 1:9).

Según la división comúnmente aceptada por las ciencias zoológicas en la actualidad, todas las especies de animales puros pertenecen a los mamíferos de dedos pares en la subserie de los rumiantes. Sin embargo, en la práctica, a los efectos de declarar una especie como apta para ser ingerida, es preciso que personas expertas y temerosas del Cielo revisen detenidamente las características del animal, y en caso de que le encuentren las señales de aptitud, la especie será kasher.

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Conjunto de libros Peninei Halajá en español /11 volúmenes
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