La Torá prohibió faenar a un animal y a su cría en un mismo día, tal como fue dicho (Vaikrá-Levítico 22:28): “un animal vacuno u ovino, a él y a su cría no habréis de degollar en un mismo día”. Asimismo, si se faenó a la cría primero, no se podrá faenar a la madre en ese mismo día. Esta prohibición rige también sobre dos judíos distintos, de modo tal que, si uno faenó un animal, el otro no podrá faenar el mismo día a su cría o a su madre.
Toda aquella cría que se encuentra permanentemente junto a una hembra, aunque no se recuerde claramente que nació de ella, se asume que es su madre y no se las puede faenar a ambas en un mismo día. Pero en general, no nos abstenemos de faenar dos animales de una misma manada o rebaño simplemente por si uno es la madre del otro (Tur Shulján Aruj 16:5).
La prohibición aplica principalmente sobre la madre y sus crías ya que por lo general no se sabe quién es el padre, por cuanto que no hay vínculo entre el padre y las crías que salen de su simiente, y solamente la madre es aquella que las amamanta y se ocupa de ellas cuando son pequeñas. Los tanaítas debatieron respecto del caso en el que se tiene la certeza de quién es el padre de una cría determinada. En la práctica, se dictaminó que, ante la duda, corresponde adoptar una actitud estricta, por lo que de tenerse la certeza de que un animal es padre de otro, no se podrá faenar a ambos en un mismo día, pero si se transgredió e igualmente se los faenó, el transgresor no recibirá un castigo físico (malkot) (Rambám Hiljot Shejitá 12:11, Shulján Aruj 16:1).
El día al que nos referimos es una jornada, de modo tal que si se faenó a la madre al inicio de la noche no se podrá faenar al hijo hasta el final del día. Si se faenó a la madre poco antes de la puesta del sol, se podrá faenar al hijo por la noche, ya que a partir de la salida de tres estrellas estamos en un nuevo día (Shulján Aruj 16:4).
Quien compra un animal en el mercado puede faenarlo ese mismo día y no precisa temer que quizás también su madre o su cría sean faenados. Pero si el vendedor sabe que vendió a la cría y a su madre ese mismo día, debe advertir al comprador que no lo faene. Nuestros sabios establecieron que en cuatro fechas del año el vendedor debe advertir al segundo comprador, el que compró a la madre o a la cría, que no la faene en el día, aunque no hubiese expresado su intención de hacerlo, pues se asume que con seguridad el primer comprador adquirió el animal para faenarlo durante la jornada. Estos son los días: víspera de Sheminí Atzeret, víspera de Pesaj, víspera de Atzeret (Shavu’ot) y víspera de Rosh HaShaná (Tratado de Julín 83:1, Shulján aruj 16:6). En las grandes comunidades, donde se acostumbra a faenar numerosos animales en las vísperas de Shabat, los rabinos ordenaron adoptar una actitud estricta también en esos días (Zivjei Tzedek 16:17, Kaf HaJaím 31).
En la actualidad, en los mataderos se acostumbra a definir días fijos para faenar terneros, otros para faenar vacas que amamantan y otros para faenar machos que se aparean, de modo tal que no resulte posible que sean faenados en un mismo día la madre y el hijo.
En caso de que se hubiese faenado en un mismo día a la madre y a su cría, hay quien sostiene que si bien se ha transgredido una prohibición de la Torá la carne podrá ser ingerida (Rambám, Rambán y Rashbá), y hay quienes consideran que hay que abstenerse de comer del segundo animal hasta el final de la jornada (Baal Halajot Guedolot, Rosh, Rabenu Nisim, ver en Shulján Aruj 16:3). Esta prohibición rige solamente para el caso de la faena de la madre y su cría, pero si uno de ellos se murió solo, o si su faena resultó inhabilitada, no se prohíbe faenar al segundo en el mismo día (Shulján Aruj 16:9).
Esta prohibición rige sobre animales domésticos (behemot) y no sobre los no domésticos (jaiot) ni sobre las aves (ofot).
Entre los sabios medievales (rishonim) hubo quienes explicaron la prohibición como modo de afianzar en nuestro ser el atributo de la compasión, que a pesar de que ingerimos carne animal, no corresponde faenar juntas a la madre y a su cría (Rambám Moré Nevujim 3:48, Rambán a Devarim 22:6).