14 – La revisación del cruce de tendones – tzomet haguidim

El tzomet haguidim es un grupo de tendones que provienen de los músculos del muslo y se prolongan hacia la parte inferior de la pata. En el caso de la pata del ave, este cruce incluye a dieciséis tendones por medio de los cuales el pollo dirige el movimiento de su pata y sus dedos. En caso de que uno de los tendones se rompa –el pollo resultará inhabilitado (taref) (Shulján Aruj Yoré Deá 56:8). Sin embargo, desde los tiempos de nuestros sabios y hasta hoy no surgió la necesidad de revisarlos, y la actitud hacia estos no difirió de la que se tuvo hacia la generalidad de los 72 defectos inhabilitantes (trefot) del ave, esto es, se procede de acuerdo con la mayoría absoluta que es apto (kasher).

Solamente en caso de que surgiera un problema específico en el aspecto de una parte determinada del cuerpo del ave (ri’uta) resulta necesario revisarlo. Sin embargo, en la última generación comenzaron a presentarse más casos de rotura de tendones del tzomet haguidim. Ello obedece a una enfermedad contagiosa que genera infecciones en los tendones, y cuando se crían las aves con alto grado de hacinamiento la afección puede llegar a extenderse y contagiar a muchas de las aves.

En la práctica, incluso en la actualidad que este problema se ha tornado más frecuente, solamente un pequeño porcentaje de las aves de gallinero tienen algún tendón roto y la mayoría de las crías se mantienen limpias de este problema, y muy infrecuentemente se encuentran algunas en las que la incidencia de esta afección alcanza a decenas de puntos porcentuales.

Hay quienes dicen que dado que el porcentaje general de los casos afectados entra en la categoría de “minoría que no es dable encontrar” (mi’ut sheeinó matzui), y dado que se trata de un defecto difícil de detectar, no es preciso revisar el tzomet haguidim en absoluto (Minjat Yehudá 8:65). Por otra parte, hay quienes sostienen que dado que a veces hay crías o bandadas en las cuales la afección en el cruce de los tendones es un ‘caso minoritario’ que sí es dable encontrar, es preciso revisar todas las aves (Shevet HaLeví 4:81). En la práctica, consideramos que, dado que a veces aparecen crías o bandadas en las cuales se presentan problemas de este tipo y no resulta difícil efectuarle la revisación a un muestreo de las aves, corresponde llevarla a cabo, tal que en caso de encontrarse ejemplares con los tendones rotos se deberán checar la totalidad de las aves de la cría, y en caso de que el muestreo no arroje casos de pollos afectados, no se precisará revisar a la totalidad de la bandada. Quienes adoptan una actitud más estricta de todas maneras revisan a todas las aves.

Surgió otra interrogante y es cómo revisar el tzomet haguidim. Hay quienes se toman el trabajo de cortar las patas de todas las aves y tensar sus tendones para cerciorarse que están enteros. Por otra parte, hay rabinos y expertos que sostienen que este tipo de revisación no resulta efectiva pues en la medida que haya un tendón roto el corte dificulta verlo. E incluso hay quienes entienden que, dado que son pocos los expertos en la revisión del tzomet haguidim desde el interior, es preferible no abrir la pata para revisarla, sino que es mejor mirar desde afuera, y en caso de que mediante la vista y el palpado parezca que la pata se ha ensanchado, ello indicará que se ha infectado y hay en su interior tendones rotos. En la práctica, ambas metodologías desechan el mismo porcentaje de pollos, pero en opinión de los que revisan desde el exterior, las decisiones de quienes revisan por medio del corte del muslo resultan menos exactas.

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Conjunto de libros Peninei Halajá en español /11 volúmenes
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