Los sebos se asemejan en su forma y en su textura a las grasas del animal doméstico, con la diferencia de que los primeros son trozos de grasa consolidados y relativamente grandes que se encuentran en tres sitios y resulta relativamente sencillo retirarlos en bloque (Shulján Aruj 64:4), y cuando se ofrenda un sacrificio, se nos ordenó quemarlos sobre el altar. Por su parte la grasa común está más absorbida en la carne y resulta difícil retirarla como un bloque, y cuando se ofrenda el animal como ofrenda de paz (shelamim) esta se come junto a la carne del sacrificio.
Dado que los sebos y la grasa del animal se asemejan, una vez cortados y extraídos del cuerpo del animal resulta difícil distinguirlos, y por ello, la ingestión de un trozo del que se duda si se trata de grasa o de sebo es el caso más habitual de una ingesta que se duda o sospecha que esté prohibida (safek isur), por la cual es preciso después ofrendar un sacrificio denominado ofrenda por culpa en caso de duda (asham talui) como forma de expiación (Mishná Keritot 4:1).
El significado del vocablo sebo, “jelev”, significa “selecto, excelente y grasoso”. Tal como le dijera Faraón a Yosef cuando le pidió traer a su padre Ya’akov y a sus hermanos a residir en Egipto: “Tomad a vuestro padre y (a las personas de) vuestras casas, venid a mí y os daré lo mejor de la tierra de Egipto, comeréis de la grosura (jelev) de la tierra” (Bereshit-Génesis 45:18). O tal como se dijera de Hevel, quien trajera un sacrificio de lo selecto de su rebaño: “Y Hevel trajo también de los primogénitos de sus ovejas -de las más gruesas (jelveihen)- y HaShem atendió (o aceptó) a Hevel y a su ofrenda” (ídem 4:4). Asimismo, cuando se le entrega la ofrenda (terumá) al cohen, se nos ordenó separar la parte mejor de las frutas, tal como fue dicho (Bemidbar-Números 18:30): “Cuando separéis lo mejor (jelbó) de ello”.
Resulta entonces que el sebo del animal es la parte mejor y más gorda del animal doméstico, ya que la grasa es la parte más blanda y rica en calorías, y los sebos son los mejores trozos de grasa, y por ello se nos ordenó sacrificarlos sobre el altar.
Existen tres tipos de sebo: 1) El sebo que se encuentra sobre las entrañas (kerev) – sobre los estómagos que son llamados kerabaim. 2) El sebo que se encuentra sobre los riñones. 3) El sebo que se encuentra sobre los lados de la cadera (kesalim), contiguo al sebo que se encuentra sobre los riñones. Tal como fue dicho (Vaikrá-Levítico 3:3-5): “Del sacrificio de shelamím habrá de ofrendar como sacrificio ígneo ante HaShem el sebo que recubre las entrañas, todo el sebo que está sobre las entrañas y los dos riñones y el sebo que está sobre ellos, sobre los flancos…”.