Tal como aprendimos, las uvas son el único fruto del árbol sobre el que aplica un precepto paralelo al del leket y recibe el nombre de peret. Esto y más, sobre las uvas aplica un precepto suplementario y singular que es el de dejar para los pobres aquellas uvas pequeñas que quedan en el árbol (olelot), tal como fue dicho (Vaikrá-Levítico 19:10): «Y en tu viñedo no habrás de rebuscar (teolel), ni habrás de recoger los frutos caídos (peret) de tu vid».
De aquí que es una mitzvá dar a los pobres una cantidad mayor de las uvas, tanto por parte del dueño del viñedo, que es apropiado que obsequie a los pobres una de las cosas que más lo alegran, así como también del lado de las personas menesterosas, para que puedan alegrarse del vino a elaborar a partir de las uvas provenientes de los obsequios de peret y olelot.
Peret proviene del hebreo ‘nifrad‘ que en este caso alude a ‘separado’, esto es, uvas que se separaron del racimo a la hora de la vendimia, y si durante esta cayesen al suelo una o dos – deberán ser dejadas para los pobres. En caso de que se hubiesen caído tres o más uvas – le pertenecerán al dueño de la viña. En caso de que se hubiese caído un racimo entero y se separasen de este una o dos uvas – deberán ser dejadas para los pobres, si fuesen tres o más – se las quedará el dueño de la viña. Si con cada racimo se cayesen una o dos uvas, aunque en total se tratase de muchísimas – quedarán para los pobres. En caso de que el racimo se enredase entre las hojas y por ende cayese al suelo, o si una espina provocase que al vendimiador se le caiga un racimo, aunque se separasen del racimo una o dos uvas – no se tratará de peret, ya que no se desprendieron en el marco del proceso habitual de la vendimia (Rambám 4:15-16).
Olelot son racimos pequeños que en comparación con los comunes se ven cual bebé (olel) ante un ser humano adulto. Un racimo común está compuesto de cotiledones, esto es, racimos secundarios en cada uno de los cuales crecen uvas, y en virtud de la de la agrupación de uvas, el cotiledón superior se apoya sobre las uvas que están debajo suyo, lo cual se ve como si el racimo poseyese un hombro (katef[1]), y al final del cotiledón inferior se ve una suerte de forma de gota (natef) que cae del racimo hacia abajo. Las olelot que hay que dejar para los pobres son de aquellos racimos que carecen de katef y de natef, en caso de que el racimo las poseyere – no se tratará de olel. En caso de duda, las uvas deberán ser dejadas para los pobres, pues en caso de vacilación en lo que respecta a un obsequio para los pobres – se les deja a estos. En el caso de un viñedo que fuese todo ‘olelelot’ – será íntegramente obsequiado a los pobres (Mishná 7:4, Rambám 4:17-21).