Pninei Halajá

07. En caso de necesidad: personas enfermas y niños pequeños

También en Ashkenaz era claro que la prohibición de ingerir legumbres no es equiparable en su gravedad a la de jametz y, por lo tanto, en caso de necesidad o premura como por ejemplo en años de sequía o hambruna, las autoridades rabínicas autorizaron ingerir «kitniot». De todas maneras, en años de sequía los rabinos debatieron si se trata de una contingencia suficientemente urgente como para permitir las legumbres. Algunos tendían a adoptar una actitud más flexible y otros a ser más estrictos. Hubo quienes permitieron comer legumbres únicamente a los pobres mas lo prohibieron a los ricos pues tenían la posibilidad de adquirir otros alimentos. En estas cuestiones en cada sitio se debe de actuar en concordancia con las indicaciones del Rabinato aceptado que es la autoridad halájica local.

Algunas autoridades rabínicas de las últimas generaciones escribieron que también cuando se adopta una actitud más flexible corresponde inicialmente hacerlo con aquellas legumbres cuyo aspecto difiere claramente del de los granos de cereal, y sólo en caso de carecer de alternativa se puede permitir el arroz, el mijo o el trigo sarraceno o alforfón cuyo aspecto es similar al de los granos de cereal (Nishmat Adam).

Algunos de los eruditos de las últimas generaciones escribieron también que aun cuando se adopta una actitud más flexible se debe sumergir las legumbres brevemente en agua hirviendo («lejalot» – el concepto de «jalitá» es remojar en agua), ya que mediante este procedimiento también los cereales pierden la capacidad de leudar. Si bien en la práctica actualmente no se aplica este método para permitir el uso de cereales en Pesaj (arriba 2:7), de todas maneras, en caso de fuerza mayor de ser necesario habilitar legumbres, es mejor tomar las precauciones posibles (Jatam Sofer Oraj Jaím 122, Mishná Berurá 453:7).

En el caso de una persona enferma que necesita comer legumbres durante Pesaj, aunque su dolencia no implique peligro de vida, por ejemplo, quien padece de estreñimiento puede ingerir granos de lino puestos en remojo que ayudan a superar esta dificultad. De igual manera se permite alimentar a bebés que así lo necesiten con derivados de arroz (Jaié Adam 127:6). Corresponde adjudicarles a estas personas platos y cubiertos especiales, y, de todas maneras, las legumbres deben ser cuidadosamente revisadas de toda posible presencia de granos de cereal.

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