Pninei Halajá

21 – Higiene personal.

Si bien según el decreto de nuestros sabios talmúdicos la prohibición de tomar baño aplica únicamente para el 9 de Av, los sabios medievales fueron más rigurosos y prohibieron hacerlo en los días anteriores al ayuno. En España, muchos acostumbraban a no bañarse con agua caliente en la semana del 9 de Av mientras que en Ashkenaz acostumbraban a no bañarse por completo en los nueve primeros días del mes de Av y solamente en vísperas de Shabat Jazón se aseaban pero con agua fría (Shulján Aruj 551:16, Mishná Berurá ídem, Kaf HaJaím 186).

Sin embargo, hoy en día los hábitos de higiene personal han cambiado por completo. En el pasado las casas particulares carecían de agua corriente, por lo que tomar un baño era considerado un evento especial y particularmente placentero, al tiempo que abstenerse de tomar un baño no implicaba un sufrimiento notable.

Actualmente la norma común es bañarse a diario con jabón y de no hacerlo un solo día, la persona podría sufrir al punto que a alguna se le dificultaría conciliar el sueño.

Por lo tanto todo aquel que sufre por no bañarse tanto ashkenazí como sefaradí tiene permitido hacerlo durante los “Nueve Días” y también en la semana del 9 de Av, pero con agua tibia, de modo tal que el único móvil sea la higiene y no adquiera dimensión de placer. Más aún, está permitido bañarse con jabón para quitarse malos olores y si sufre por no poder lavarse la cabeza con champú, también podrá hacerlo.

Si alguien huele a sudor por no haberse bañado, aunque él mismo no sufra por esto, es conveniente que lo haga en los “Nueve Días” para resguardar el principio de la dignidad humana (“Kevod haBeriot”). Además, como hoy día el común de la gente es sensible a malos olores, el hecho de no bañarse por razones religiosas generaría la profanación del nombre de Dios.

En vísperas de Shabat Jazón todos se bañan, solo que los ashkenazim acostumbran a hacerlo con agua tibia. Quienes acostumbran a ir a la mikve (inmersión ritual) pueden continuar haciéndolo los nueve días a condición de que el agua no esté caliente.

Quien desee nadar en una piscina como forma de esparcimiento, tiene prohibido hacerlo desde el inicio del mes de Av, pues hay que disminuir la alegría; mas si el móvil es cuidar la salud, por ejemplo ersonas que acostumbran nadar todos los días media hora en la piscina, según los sefaradim pueden hacerlo hasta Shabat Jazón y luego corresponde abstenerse, mientras que para los ashkenazim estaría prohibido los nueve días. Quien necesite nadar por prescripción médica puede hacerlo hasta la víspera del 9 de Av.

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