Pninei Halajá

07. Evitar molestias durante el rezo.

Durante el rezo de la «Amidá» no se debe sostener con las manos un objeto que tememos que se pueda caer, como ser unas filacterias, un libro, una bandeja cargada, monedas, un cuchillo o un alimento, pues esto puede causar la pérdida de la concentración (Shulján Aruj 96:1). Asimismo, hay que tomar precaución de esto también en las demás secciones del servicio, tales como el recitado del «Shemá» o los cánticos de alabanza. A priori, durante el  rezo de «Amidá» no se debe sostener nada en las manos, pues asir algo innecesario resulta irrespetuoso (ver Mishná Berurá 96:1 y 5, según Talmidei Rabenu Ioná 16). Empero está permitido en Sucot sostener un lulav, pues en esta festividad es preceptivo asirlo, y por lo tanto no genera distracción. Y por supuesto que está permitido sostener el libro de rezos («Sidur«), pues es necesario para el servicio (Shulján Aruj 96:1 y 2).

Antes de iniciarse el rezo hay que apagar el teléfono celular. En sinagogas o sitios donde hay libros de oración, no se deben usar los teléfonos celulares a modo de «Sidur» para no distraerse, y para que no parezca que se leen mensajes durante el rezo. Quien carece de «Sidur» y precisa usar el celular, debe primero bloquear la opción de recepción de llamadas o mensajes.

Quien piensa que durante el rezo pueda ser llamado para una cuestión de suma urgencia, puede dejar el aparato encendido mas lo pasará a modo de vibración  para que la recepción del llamado no perturbe el servicio.

A priori, no se debe rezar con una mochila pendiendo de la espalda, pues no es esta una manera decorosa de presentarse ante personas importantes, y menos aún de pararse a orar. En caso de que la persona se encuentre de paso y le resulte más cómodo dejar la mochila pendiendo de sus hombros, si ésta es pequeña y tiene un volumen inferior a los cuatro «kavin» (4.8 litros aprox.) podrá rezar con ella. Si la mochila tiene un volumen que excede los cuatro «kavin«, no podrá rezar cuando esta pende de sus hombros pues un bulto semejante puede distraerle de su concentración (Shulján Aruj 94:4).

Una persona que sostiene en sus manos unas filacterias o dinero, y teme que si los apoya en alguna parte podrían ser robados, carece de bolsillos o de alguien en quien confiarlos para que se los cuide,  a posteriori, es mejor que los mantenga asidos durante el servicio ya que de esta manera se preocupará menos (Mishná Berurá 96:6, Kaf HaJaím 7). Asimismo, quien lleva una mochila grande sobre sus espaldas y teme que se la puedan robar, de no tener alternativa podrá rezar cargándola.

Un soldado que porta un arma, a priori no habrá de entrar  a la sinagoga y rezar cargándola, ya que no corresponde orar por la paz y la vida sosteniendo un instrumento de muerte. Empero, si debe portar el arma por cuestiones de seguridad o necesita asirla para que no se la roben, podrá rezar mientras la sostiene. De ser posible, hay que retirarle el cargador, para que en ese momento no parezca un arma. Si por cuestiones de seguridad es conveniente que el arma esté cargada se podrá rezar con el cargador puesto (ver Tzitz Eliezer 10:8).

Quien sufre de catarro habrá de sonarse la nariz antes del rezo, para no precisar hacerlo durante el mismo. Si tiene flemas en su garganta que le molestan, habrá de expectorarlas antes del rezo para que no le molesten (Shulján Aruj 92:3). Si necesita sonarse la nariz durante el rezo, habrá de hacerlo de la manera más educada posible. Quien precisara bostezar, cubrirá su boca con la mano. Todo esto se debe a que quien ora debe ser muy cuidadoso en el respeto a D´s y todo aquello que se considera inapropiado hacer delante de las personas  está prohibido durante el rezo (ver Shulján Aruj 97:1 y 2).

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