Pninei Halajá

01. En Pesaj el jametz estropea una mezcla por mínima que sea su proporción

Normalmente un alimento prohibido que se mezcla con uno permitido lo transforma en no apto para consumo si la proporción del primero en la mezcla total es mayor a un sesentavo («batel beshishim»), pues se considera que sólo a partir de esta concentración puede influir en el sabor final resultante. Empero, si el alimento permitido es sesenta veces mayor que el prohibido, el sabor de la mezcla final no se verá afectado por lo que el ingrediente prohibido se ve anulado en el total. Según la Torá, el jametz se anula en los alimentos si su proporción en la mezcla total es de hasta un sesentavo, pero los sabios lo hicieron más estricto («jumrá») y establecieron que el jametz en cualquier proporción estropea una mezcla, y aunque en esta la cantidad del alimento apto para Pesaj sea mil o diez mil veces mayor que la del leudo – la mezcla toda dejará de ser apta para su ingestión.

La razón por la cual los sabios fueron más estrictos en esta cuestión obedece a tres motivos: a) Habitualmente el castigo previsto por la Torá para quien ingiere un alimento prohibido es físico («malkot» flagelación)[1], mientras que en el caso del jametz en Pesaj el castigo previsto es “Caret”[2]. b) En el caso de todos los demás alimentos prohibidos está permitido tenerlos en la casa, mientras que con respecto al jametz la Torá agregó a la prohibición de la ingestión la de poseerlo y la de verlo durante toda la festividad de Pesaj. Por ello, nuestros sabios siguieron la tendencia de la Torá y le agregaron un grado más de cautela y establecieron que si cae una pizca de jametz en una comida, queda prohibida su ingestión y la obtención de beneficio de la misma. c) Todas las otras prohibiciones alimentarias rigen todo el año y las personas están habituadas a tener precaución de las mismas mientras que en el caso del jametz, dado que las personas acostumbran a consumirlo todo el año, se teme que olviden abstenerse de este en Pesaj, y por ello nuestros sabios fueron más estrictos con este procurando que se recuerde tener el cuidado debido.

Esta regla, según la cual cualquier mezcla que contenga, aunque sólo sea una ínfima porción de jametz queda invalidada entra en vigor a partir del inicio de la festividad, pero antes de Pesaj el jametz se rige por la normativa de los demás alimentos prohibidos los cuales quedan anulados si el componente permitido de la mezcla es sesenta veces mayor. Si bien la prohibición de ingerir jametz y el deber de cesar el jametz comienzan al mediodía del día 14 de Nisán, la no anulabilidad del jametz en una mezcla comienza con la fiesta misma, pues a partir de ese momento quien ingiere el jametz es pasible de “caret” y entonces comienza el horario en el cual comienzan a regir las prohibiciones de poseerlo y que sea visible el que se posee («Bal Imatzé Ubal Iraé») (Shulján Aruj 447:2).


[1]. «Y será que si fuere pasible de flagelación, el culpable: lo hará echarse -el juez- y se lo flagelará delante de él, según su culpa, con número. Cuarenta, lo flagelará, no podrá agregar. No sea que siga y le pegue por sobre éstos un golpe excesivo; y se degrade tu hermano ante tus ojos (Devarim-Deuteronomio 25:2-3).

[2]. 2 Se trata de un castigo a manos del cielo y no de uno aplicado por tribunales terrenales, que podría consistir, según las diferentes interpretaciones en fallecer antes de tiempo, desprenderse de las almas del pueblo de Israel o encontrarse distanciado de HaShem en el más allá (n. de t.).

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