Pninei Halajá

1 – La fijación de los ayunos.

Tras la destrucción del Primer Templo, los profetas establecieron ayunos recordatorios de los trágicos sucesos acaecidos, a los efectos de despertar al pueblo de Israel e inducirlo al arrepentimiento y a enlutarse, para de esa manera retornar a D´s corrigiendo las malas acciones que causaron las desgracias sucedidas desde entonces hasta la actualidad.

El día diez del mes de Tevet los profetas instituyeron un ayuno pues en ese día Nabucodonosor rey de Babilonia puso sitio a la ciudad de Jerusalém. En el mes de Tamuz el ayuno fue decretado pues en él se abrió una brecha en la muralla de Jerusalém. El noveno día del mes de Av se instauró el ayuno pues en ese día fue destruido nuestro Templo. El tercer día del mes de Tishrei establecieron un ayuno en recuerdo del asesinato de Guedalia hijo de Ajikam, líder judío del remanente que quedó en Judea tras la destrucción y cuya muerte representó la extinción final del gobierno judío sobre el país.

Durante los setenta años del exilio babilónico estos ayunos se respetaron. Cuando se tuvo el mérito de construir el Segundo Templo, surgió la pregunta de si se debía continuar con éstos. Así leemos en Zejariáh (8:18): «Así dice HaShem, D´s de los ejércitos: el ayuno del mes cuarto (17 de Tamuz), y el ayuno del mes quinto (9 de Av), el ayuno del séptimo (3 de Tishrei) y el ayuno del décimo (10 de Tevet) serán para la casa de Iehudá alegría y regocijo y como Días Festivos. Por lo tanto amad la verdad y la paz». Es así que durante los días del Segundo Templo estas fechas se transformaron en días de fiesta y celebración.

Cuando el Segundo Templo fue destruido el decreto original volvió a cobrar vigencia y se volvieron a respetar los cuatro ayunos, pero con una diferencia en la fijación de la fecha del que cae en el mes de Tamuz. En días del Primer Templo, la muralla fue derribada un nueve de Tamuz y durante los setenta años del exilio babilónico esa fue la fecha respetada, empero en días del Segundo Templo la muralla fue derribada el diecisiete del mes y esa es la fecha que conmemoramos hasta hoy. Si bien los cuatro ayunos fueron decretados por los profetas por la destrucción del Primer Templo (razón por la cual ayunamos el diez de Tevet que es la fecha del inicio del sitio babilonio a Jerusalém y el tres de Tishrei que recuerda el asesinato de Guedalia en esos días), en lo relativo a la caída de Jerusalém tiene mayor significación la segunda destrucción que la primera pues el dolor nos resulta más cercano en el tiempo y por eso se recuerda el diecisiete y no el nueve de Tamuz.

En el versículo de Zejariáh vimos que el de Tamuz es denominado «el ayuno del mes cuarto», de lo que se desprende que en el decreto de los profetas lo primordial es que se cumpla durante el cuarto mes que es Tamuz. Por lo tanto, pasar el ayuno del nueve al diecisiete no se contradice con el decreto original de ayunar el cuarto mes en recuerdo del derribamiento de la muralla. Respecto del ayuno del nueve del mes de Av no hubo cambios pues ambos Santuarios, el primero y el segundo, fueron destruidos en la misma fecha.

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