Pninei Halajá

08) Aseo y pureza durante el recitado de una bendición

Si una persona necesita ir al baño con una premura tal que no se siente capaz de poder contenerse durante setenta y dos minutos – no puede recitar una bendición. En caso de que la haya recitado, a posteriori – cumplió con su deber. En caso de poder contenerse setenta y dos minutos tiene permitido recitarla (tal como se explica en Pninei Halajá Tefilá 5:9).

Una persona embriagada o «entonada» puede recitar una bendición. Un ebrio que no consigue mantenerse de pie de manera respetable ante el Rey – a priori que no bendiga, empero si hasta que se le pase su estado etílico ya culminó el tiempo correspondiente para recitar la bendición – podrá hacerlo aún estando borracho. Sin embargo, una persona ebria como Lot, que no sabe qué pasa con él, se lo considera como carente de lucidez mental («shoté»), y por ende está exento del cumplimiento de todos los preceptos y, aunque haya recitado una bendición esta no es considerada válida en absoluto (tal como se explica allí 5:11).

Una persona que hizo sus necesidades o tocó con su mano partes cubiertas del cuerpo, debe lavar sus manos con agua antes de recitar una bendición. En caso de carecer de agua, deberá frotar sus manos sobre una prenda u otro objeto que las limpie y recién después podrá recitar la bendición. Cuando la persona ignora qué uso dio a sus manos y no sabe si se han contaminado o no («stam iadaim»), no requieren de lavado previo a bendecir (Shulján Aruj 4:23, Mishná Berurá 59:61).

Está prohibido recitar cuestiones relativas a la santidad frente a una desnudez (tal como se explica en Pninei Halajá Tefilá 3:11). Asimismo, está prohibido recitar cuestiones relativas a la santidad en un sitio en el cual hay excrementos y demás materiales malolientes similares. La prohibición aplica a los cuatro codos inmediatos a la persona, por lo que, en caso de haber materiales malolientes es necesario alejarse de los mismos cuatro codos hasta el sitio en el cual cesa el mal olor. A posteriori, si una persona recitó una bendición en un sitio en el cual había excrementos, si bien actuó de un modo prohibido – no habrá de volver a bendecir. Empero, si rezó la Amidá en un sitio en el cual había heces – no cumplió con su deber (ídem 3:9-10).

Un bebé menor a un año, por cuanto que su deposición no es tan maloliente, en caso de necesidad es posible recitar una bendición junto a él. Si el bebé ya alcanzó la edad de un año y defecó en sus ropas, y mientras su madre recita una bendición el pequeño se dirige hacia ella, en caso de encontrarse esta en el medio de una bendición breve – que se aleje a un sitio en el cual no perciba el olor y termine de recitarla. Y si se encuentra en medio de «Birkat HaMazón», bendición cuyo recitado insume un tiempo mayor y no puede alejarse o colocar a su niño en otra parte hasta culminar las cuatro bendiciones correspondientes, dado que tiene prohibido seguir bendiciendo mientras huele los excrementos de su hijo – que lo limpie y le cambie el pañal, lave sus manos y continúe el «Birkat HaMazón» desde el comienzo de la bendición en la cual interrumpió (Shulján Aruj Oraj Jaím 65:1, Beur Halajá 183:6 אפילו, Pninei Halajá Tefilat Nashim 11:9).

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