La quinta restricción es la abstinencia de relaciones sexuales y para alejar a la persona de la trasgresión la noche del 9 de Av, se aplican las mismas reglas que durante el período en el que la mujer está prohibida para el contacto físico («nidá»): los cónyuges no se tocarán, no dormirán en la misma cama, no se pasarán un objeto de mano a mano. Durante el día no es necesario cuidar estas reglas, pero un contacto físico que implique exteriorización de cariño tal como caricia o abrazo estará prohibido, así como durante las horas del día continúa estando prohibido dormir en la misma cama.