Pninei Halajá

19 – Leyes referentes al día 10 de Av.

El día siete del mes de Av los babilonios conquistaron el Templo, al atardecer del 9 lo incendiaron y el fuego ardió durante todo el día 10. Rabí Iojanán sostenía que de haber vivido en esa generación, habría fijado el ayuno el día 10, ya que la mayoría del recinto del Santuario se quemó en ese día. Algunos Amoraítas acostumbraban a ser más rigurosos y ayunaban tanto el 9 como el 10 de Av. Sin embargo los profetas y los sabios fijaron el ayuno para el día 9 de Av, ya que todo va tras el inicio y la desgracia se inició el 9 (Tratado de Ta´anit 29(A), Talmud Jerosolimitano Ta´anit capítulo 4: halajá 6).

Dado que la mayor parte del Templo se quemó el día 10 de Av, los judíos acostumbraban a abstenerse en ese día de comer carne y beber vino. La costumbre de los sefaradim es abstenerse durante el día entero mientras que los ashkenazim solo hasta el mediodía (Shulján Aruj y Ramá 558:1).

Según la opinión de la mayoría de los sabios de las últimas generaciones, la prohibición de ingerir carne y vino el 10 de Av se extiende también al lavado de ropa o el vestir ropa lavada, cortarse el pelo, escuchar música alegre o bañarse con agua caliente, empero está permitido lavarse o bañarse con agua tibia. Hay quienes son más flexibles y consideran que la prohibición del 10 de Av aplica al consumo de carne y vino únicamente pudiéndose bañar, cortarse el cabello y lavar ropa sin limitación. En principio es bueno actuar según la idea más estricta y en caso de necesidad imperiosa, se puede actuar según la idea más flexible.

Asimismo se acostumbra a no recitar la bendición de «Shehejeianu» el día 10 de Av al igual que durante las Tres Semanas (Rav Jaím Iosef David Azulay, Kaf HaJaím 558, ver arriba capítulo 8 incisos 7 y 8).

Cuando el día 10 de Av acontece en día viernes, desde la mañana se pueden iniciar los aprontes para Shabat que incluyen corte de cabello, lavado de ropas y toma de baño. En caso de premura se pueden comenzar la misma noche que finaliza el ayuno (Mishná Berurá 558:3, Aruj Hashulján 2. En el próximo inciso se especificarán las leyes referentes a la salida de un ayuno que fue pospuesto).

Se acostumbra a posponer la Santificación de la Luna («Kidush Levaná») hasta pasado el ayuno ya que se debe recitar con alegría y en los primeros nueve días de Av ésta disminuye. Muchos acostumbran a recitarla después de la oración de “Arvit” al finalizar el ayuno, pero a priori no es correcto hacerlo ya que es difícil estar contento cuando aún no se comió, bebió, ni se alcanzó a lavarse la cara y las manos o calzar zapatos de cuero. Por lo tanto es mejor fijar la hora del recitado de la bendición de la Luna una o dos horas después de terminado el ayuno, y de mientras, aprovechar para comer, lavarse y calzar zapatos y así poder recitarla con alegría. En el caso que se tema de que si se pospone la bendición de la Luna algunos pueden olvidar de recitarla, se puede hacerlo de inmediato al concluir el ayuno, y sería bueno que se lave la cara y beba algo de agua antes de comenzar.

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