Pninei Halajá

06. Ablución de manos (Netilat Iadaim) previa a la bendición sacerdotal.

Antes que los cohanim reciten la bendición sacerdotal deben lavarse las manos hasta la muñeca, que es donde se unen el brazo y la mano. Esto lo encontramos insinuado en los Salmos (134:2): «Alzad vuestras manos con santidad y bendecid al Eterno». Aquel cohen que no lo haya hecho no podrá recitar la bendición  (Talmud Babilonio Tratado de Sotá 39(A)). Los grandes juristas medievales debatieron respecto de esta ablución. Según Rambám (Tefilá 15:5) es obligatoria únicamente si las manos están sucias. En el caso de un cohen que lavó sus manos por la mañana y tuvo cuidado de no tocar nada sucio, no precisa volver a lavarlas para recitar la bendición sacerdotal. Rashi y los Baalei Hatosafot opinan que (ídem Sotá) aunque las manos estén  limpias, es necesario lavarlas y santificarlas para bendecir a la congregación.

En la práctica, actuamos de acuerdo a la opinión más estricta y por lo tanto un cohen cuyas manos estén limpias deberá lavárselas antes de pasar a bendecir, tal como opinan Rashí y Tosafot. De todas maneras, no se recita bendición por esta ablución de manos aunque el cohen haya efectivamente tocado algo sucio antes, ya que se duda respecto de si los sabios instituyeron para este lavado el recitado de una bendición (Mishná Berurá 128:24 según Eliahu Rabá).

Del Zohar se desprende que esta ablución tiene por finalidad santificar a los cohanim y a sus manos, previo a la bendición sacerdotal. A los efectos de agregar santidad a lo sagrado, se acostumbra que un leví vierta agua sobre las manos de los cohanim. Si no hay un leví en la sinagoga es recomendable que un primogénito que tiene algo de santidad sea quien lo haga. En caso de que no hayan presentes ni levitas ni primogénitos, el cohen deberá lavarse las manos por si mismo (Shulján Aruj 128:6, Mishná Berurá 22).

Si un cohen teme que no haya agua en la sinagoga y no pueda lavarse las manos antes de pasar a bendecir a la comunidad, que se las lave en su casa antes del rezo y ponga atención en mantenerlas limpias hasta que pase a la tarima. Si un cohen no  tuvo cuidado de mantener sus manos limpias después de la ablución previa a Shajarit y no contó con agua en la sinagoga, no pasará a la tarima y no bendecirá.

En todo caso que el cohen no deba pasar a bendecir, es mejor que salga de la sinagoga antes de la bendición para que el encargado (gabai) no se equivoque y lo llame a pasar a la tarima. En caso de que el cohen sepa que aunque esté presente no lo llamarán a pasar, igualmente deberá salir para que las demás personas no piensen que su sacerdocio ha sido invalidado.

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