Quien desea acompañar la comida con pan, no deberá comer o beber antes, sino que abluya sus manos y recite «Hamotzí» y luego beba o coma todo cuanto desee, pues el ingerir alimentos o bebidas antes de sentarse a comer genera en reiteradas ocasiones el recitado de una bendición innecesaria. Esto se debe a que pudiendo incluir todas las diferentes bendiciones en la del «Hamotzí», al comenzar a comer o beber antes de recitarla termina recitando una bendición suplementaria innecesariamente. Esto y más, tras haber comido y bebido, esta persona ingresa en un ámbito de duda respecto de si debe o no recitar bendiciones finales. Es posible que deba recitar bendiciones finales por aquello que ingirió antes de sentarse a comer y por otra parte quizás sea conveniente que no las recite, pues el «Birkat Hamazón» posterior a la comida incluye todo cuanto se comió antes de «Hamotzí».
En caso de que todavía haya que esperar para sentarse a comer y mientras tanto la persona desea ingerir o beber algo, a los efectos de salir de duda -debe realizar una pausa de media hora o al menos quince minutos entre que termina su refrigerio y se sienta a comer. De esa forma todas las opiniones halájicas coinciden en que debe recitar las bendiciones finales correspondientes por lo ingerido antes de la comida. Otra posibilidad es que tras ingerir su refrigerio anterior a la comida recite la bendición final correspondiente, acto seguido salga a dar una breve vuelta a los efectos de generar una interrupción entre el refrigerio y la comida. Así es como se debe actuar en los banquetes de los casamientos en los que se sirve un aperitivo previo a la ceremonia religiosa. En un caso así se debe recitar bendición anterior y posterior por lo que se ingiere y entonces habrá una interrupción entre esa ingesta y la comida festiva posterior a la jupá. Lo mismo se debe hacer en caso de una ceremonia de Brit Milá. A veces se come algo de «mezonot» o se beben bebidas ligeras antes del banquete preceptivo. En este caso lo correcto es hacer una interrupción entre lo que se ingirió previo a la ceremonia y la comida preceptiva, y en caso de no poderse efectuar una interrupción de quince minutos es conveniente salir a dar una breve vuelta.
En el caso de quien comenzó a comer y a beber y enseguida debe sentarse para la comida principal sin tener la posibilidad de salir a dar un corto paseo, deberá hacer una interrupción entre las ingestas o esperar quince minutos- y para ello debe conocer los detalles de la norma que se explicitan en la nota al pie de página[a].
Arriba, escribí a modo de consejo que cuando una persona se ve en la necesidad de comenzar una comida y existe la duda de si debe o no recitar la bendición final que salga a dar una vuelta breve y en virtud de ello podrá recitar antes de salir la bendición final. Respecto de alimentos por los que no se requiere recitar la bendición in situ, salir del lugar en cuestión implica una interrupción, ver adelante 4:13 y 9:7. Respecto de alimentos que sí requieren de bendición in situ, si bien a los efectos prácticos se sentenció que la salida del lugar no implica interrupción, empero según Rambám y quienes coinciden con él sí se la considera interrupción. Además, según la opinión de Rashbá y quienes lo siguen los «mezonot» no requieren de bendición in situ y respecto de las siete especies con las que la tierra de Israel fue bendecida otros sabios medievales consideran que no requieren de bendición in situ (ver adelante 4:13, Shulján Aruj 178:5). Entonces, se puede sumar a quienes consideran que el cambio de lugar implica una interrupción (y esto es lo que escribe Keren LeDavid Oraj Jaím 59). Más aún, incluso para quienes consideran que al ingerir «mezonot» o las siete especies la salida del lugar no implica una interrupción, en este caso en el que se trata de dos ingestiones diferentes el paseo realizado tiene más importancia como interrupción por tratarse de una ocupación diferente, y por ello influye en tornar obligatoria la bendición final por lo ingerido antes de salir al paseo.