Pninei Halajá

11. El motivo por el cual se espera veinticuatro horas previo a la inmersión en agua hirviendo

Se acostumbra a no sumergir en agua hirviendo recipientes o utensilios en el mismo día en que fueron usados, esto es, dentro de las veinticuatro horas en las que absorbieron el sabor prohibido, pues durante ese lapso el sabor continúa siendo óptimo y si el volumen del agua en que es sumergido no es sesenta veces superior al volumen del cuerpo del utensilio, resulta que el agua adquiere el sabor prohibido impregnado en este y lo volverá a introducir en el objeto – por lo que la inmersión no sirvió para nada. Empero, si se esperan veinticuatro horas, el sabor impregnado en el recipiente se estropea y aunque no haya en el recipiente de la inmersión sesenta veces más agua que el volumen del cuerpo del utensilio sumergido, la kasherización será efectiva, pues el sabor estropeado fue expelido al agua y aunque el utensilio lo vuelva a absorber, por tratarse de un sabor desagradable el objeto no se transforma en no apto para su uso. Esto se debe a que el utensilio se transforma en no apto únicamente si el primer sabor prohibido que absorbe es bueno, y continúa en su no aptitud también después que el sabor que lleva impregnado se estropea, empero, si al comenzar la absorción el sabor ya era desagradable – el recipiente no se ha de tornar no apto.

Además, cabe temer que si se sumergen en un mismo recipiente con agua hirviendo utensilios cárnicos junto a utensilios lácteos se pueden liberar sabores óptimos de carne y de leche, y de no haber un volumen de agua sesenta veces mayor que el de alguno de los utensilios, los sabores no se anularán en sesenta mezclándose entre sí y transformando tanto al agua como a los objetos sumergidos en no aptos para su uso por haber absorbido sabores de carne y leche conjuntamente. Sin embargo, una vez que hayan pasado veinticuatro horas los sabores a carne y a leche liberados por los utensilios serán desagradables por lo que estos no se tornarán en prohibidos ni tampoco el agua, porque aquello que da sabor desagradable está permitido (Shulján Aruj 452:2, Mishná Berurá allí). Por esta razón, el utensilio que se sumerge en agua hirviendo no debe haber sido utilizado en esa misma jornada y por ende en ese día no absorbió ni carne, ni leche ni jametz.

En los sitios públicos destinados a la inmersión de utensilios en agua hirviendo no se confía en que las personas tengan el cuidado suficiente de no traer objetos que fueron utilizados en las últimas veinticuatro horas, razón por la cual, a los efectos de evitar inconvenientes, se le agrega al agua algún material que estropee los diferentes sabores, como por ejemplo, hipoclorito de sodio o detergente y de esa manera cualquier sabor que sea liberado se estropea de inmediato. En caso de que el sabor liberado y estropeado vuelva a ser absorbido por los utensilios, por ser desagradable, no los transforma en no aptos para su uso.

10. Reglas referentes a la kasherización de utensilios para Pesaj mediante inmersión en agua hirviendo ("Hag´alát Kelím")
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