Pninei Halajá

11- Objetos que invalidan el sjaj y el habitar bajo este

Si en medio de un sjaj apto hubiese un trozo de un material inválido tal como el plástico, o si por encima de un sjaj apto se encuentra una viga de cemento que lo invalida, si el área que ocupa el objeto invalidante posee un ancho superior a los cuatro palmos (unos 30 cm.) estará prohibido sentarse bajo este. Si el área en cuestión tiene un ancho inferior a los cuatro palmos y mayor a tres (unos 22 cm.), a priori, no debe uno sentarse o dormir bajo este, y en caso de necesidad ello estará permitido (Mishná Berurá 632:3). En caso de que el área invalidada tenga un ancho inferior a tres palmos estará permitido a priori sentarse o dormir allí por cuanto que resulta secundario respecto de la sucá.

En caso de que exista un espacio vacío en el sjaj, dado que se nota o resalta más que un techado no apto, la norma a aplicar es más estricta. Si el ancho de este espacio es de tres palmos (unos 22 cm.) el sitio que se encuentra abajo quedará invalidado y estará prohibido sentarse allí. En caso de que sea inferior a los tres palmos resultará secundario respecto de la sucá y se podrá sentar o dormir bajo este espacio (Shulján Aruj 632:2), a condición de que la mayor parte de la cabeza o del cuerpo no se encuentre bajo esta área vacía.

A veces, una persona posee un balcón amplio que está mayoritariamente techado y la parte que se encuentra bajo el firmamento tiene únicamente un ancho de cinco palmos, y aparentemente, dado que el ancho necesario para que una sucá sea apta debe ser al menos de siete palmos, no hay manera de erigirla allí. Sin embargo, según lo que ya estudiamos, un sjaj inválido cuyo ancho es inferior a los tres palmos se suma al ancho de la sucá y queda permitido sentarse bajo él, por lo tanto, se podrá erigir la sucá. Y así es como se deberá proceder: Se debe erigir una sucá de siete palmos de ancho en el extremo del balcón, y dado que cinco palmos se encuentran bajo el firmamento y por lo tanto son aptos, y menos de tres palmos de ancho bajo el techo del balcón no lo son, resulta que los dos palmos se suman a la sucá y se puede uno sentar o acostar a dormir bajo este sjaj. Todo esto es así a condición de que se erija un tabique que divida entre los dos palmos que se suman a la sucá y el resto del área del balcón para diferenciarlos claramente y que se note que son parte de la sucá. Es preciso que el tabique tenga un largo de siete palmos, y es bueno que llegue hasta el sjaj, y por sobre el resto de la línea que pasa entre la sucá y el balcón es bueno que se haga una forma de puerta (Tzurat Petaj) (ver Jazón Ovadiá pág. 12, Minjat Yehudá 6:60:20, Shevet Haleví 10:99).

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