Pninei Halajá

24) Sitios en los cuales acontecieron milagros al pueblo de Israel

Quien divisa un sitio en el cual acontecieron milagros a todo o a la mayoría del pueblo de Israel recita: «Baruj Atá Ad-onai Eloh-einu Melej Haolám Sheasá Nisim Laavoteinu Bamakóm Hazé» («…que obró milagros a nuestros ancestros en este lugar»). Los sabios mencionaron diferentes lugares: 1) El sitio donde el pueblo de Israel cruzó el Mar Rojo sobre tierra seca cuando este se abrió ante ellos. 2) El sitio donde el pueblo de Israel cruzó el Río Jordán sobre tierra seca. 3) El sitio de cruce del Rio Arnón. Allí, cuando el pueblo de Israel se acercaba a la tierra prometida y estaban por cruzar un valle, los amoritas les tendieron una emboscada, acaeció un milagro y ambos lados del desfiladero se apegaron el uno al otro aplastando así al enemigo. 4) El camino de ascenso a Beit Jorón donde HaShem arrojó desde el cielo enormes piedras de granizo sobre los cinco reyes que lucharon contra Iehoshúa Bin Nun. 5) Quien contempla una de las piedras que Og rey del Bashán intentó arrojar sobre los hijos de Israel. 6) La piedra sobre la cual se sentó Moshé Rabenu cuando sus brazos estaban elevados hacia el cielo durante la guerra contra Amalek. 7) Las murallas de Jericó que fueron tragadas por la tierra in situ (Talmud Babilonio Tratado de Berajot 54, Shulján Aruj 218:1).

Todo aquel que no divisó uno de estos sitios durante treinta días, al volver a hacerlo debe recitar la bendición correspondiente (Shulján Aruj 218:3). En la actualidad, aún no sabemos dónde se encuentran exactamente esos sitios y si bien sabemos dónde están situados el Mar Rojo, El Jordán o Jericó, mientras desconozcamos la ubicación exacta del sitio donde acaeció el milagro no es posible bendecir (Kaftor Vaferaj, Beur Halajá ‘כגון’). Sin embargo, es bueno recitar la bendición sin mencionar el Nombre Divino en la cercanía del sitio en el que se especula que acaeció el milagro (Kaf HaJaím 218:4).

Quien ve el sitio donde se encuentra el horno del cual se salvaron Jananiá, Mishael y Azariá o el foso de los leones del que se salvó Daniel, o un sitio en el cual ocurrieron milagros a otros justos por medio de los cuales se santificó públicamente el Nombre de D´s recita: «Baruj Atá Ad-onai Eloh-einu Melej Haolám Sheasá Nes Latzadikim Bamakom Hazé» («…que hizo milagros a los justos en este lugar»). Hemos también olvidado la ubicación de estos sitios.

Quien ve el sitio en el cual salvó su vida un rey de Israel o un líder militar judío recita: «Baruj Atá Ad-onai Eloh-einu Melej Haolám Sheasá Nes Leploni Bamakom Hazé» («…que hizo un milagro a «fulano» en este sitio») (Talmud Jerosolimitano Tratado de Berajot 1:1, Shulján Aruj 218:7, ver Beur Halajá allí).

Quien divisa la estatua de sal de la esposa de Lot recita: 1) «Baruj Atá Ad-onai Eloh-einu Melej Haolám Dayán Haemet» por su muerte. 2) «Baruj Atá Ad-onai Eloh-einu Melej Haolám Zojer Tzadikim» («…que recuerda a los justos») por la salvación de Lot (Talmud Babilonio Tratado de Berajot 54(B), Shulján Aruj 218:8). También desconocemos la ubicación certera de la estatua de sal.

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